viernes, 19 de diciembre de 2025

Windows Performance Recorder para detectar cuellos de botella de hardware

qué es Windows Performance Recorder

Si notas que tu PC con Windows va como a tirones, los juegos no rinden como deberían o algunas aplicaciones tardan una eternidad en responder, es muy posible que estés sufriendo cuellos de botella de hardware. No siempre es culpa de Windows ni de la aplicación: muchas veces es un componente concreto el que está frenando al resto del equipo.

Una forma muy potente -y poco conocida fuera del mundo profesional- de diagnosticar estos problemas es Windows Performance Recorder (WPR) junto con Windows Performance Analyzer (WPA). Combinando estas herramientas con métodos más habituales como Task Manager, MSI Afterburner o calculadoras de cuello de botella online, puedes detectar al milímetro si la limitación está en la CPU, la GPU, la RAM, el disco o incluso en una mala optimización del propio software.

¿Qué es Windows Performance Recorder y para qué sirve?

Windows Performance Recorder es una herramienta de grabación de rendimiento basada en ETW (Event Tracing for Windows) incluida en el paquete Windows Assessment and Deployment Kit (ADK). Lo que hace es registrar eventos de sistema y de aplicaciones en un archivo de seguimiento con extensión .etl que después se analiza con Windows Performance Analyzer.

En la práctica, WPR te permite capturar cómo se comporta el sistema en situaciones reales: cuándo sube la carga de CPU, qué hilos bloquean, qué procesos saturan el disco, qué pasa con la GPU, latencias, esperas, consumo de memoria, etc. Es la misma tecnología que usa Microsoft internamente para diagnosticar problemas serios de rendimiento.

WPR está disponible en Windows 8 y versiones posteriores y se integra en el llamado Windows Performance Toolkit, que incluye también WPA y otras utilidades como Xperf para análisis más avanzados desde línea de comandos.

Conceptos básicos: ETW, ETL, WPR y WPA

Antes de meternos en harina conviene tener claros algunos términos, porque los verás continuamente cuando trabajes con WPR y WPA y cuando busques documentación más avanzada.

  • ETW (Event Tracing for Windows): es la infraestructura de trazas de bajo nivel del propio sistema operativo. El kernel y muchos componentes de Windows y de las aplicaciones pueden emitir eventos de diagnóstico que luego se registran para su análisis.
  • ETL (Event Trace Log): es el formato de archivo donde se guardan las trazas de ETW. Cuando haces una captura con Windows Performance Recorder obtendrás uno o varios archivos con extensión .etl que contienen todos los eventos registrados durante ese periodo.
  • WPR (Windows Performance Recorder): es la herramienta que inicia y detiene las grabaciones de esos eventos. Se configura mediante perfiles con extensión .wprp, donde se define qué proveedores de ETW se van a activar (CPU, disco, GPU, memoria, etc.) y con qué nivel de detalle.
  • WPA (Windows Performance Analyzer): es la aplicación gráfica que se usa para abrir los archivos .etl y visualizarlos como tablas, gráficos y vistas de pila. Permite ordenar, filtrar, hacer zoom en zonas concretas, correlacionar el uso de distintos recursos y, en definitiva, encontrar el cuello de botella real.

En entornos como HoloLens o dispositivos Windows mixtos de realidad aumentada, esta combinación ETW + WPR + WPA es la base para localizar cuellos de botella que causan sobrecalentamiento, consumo excesivo de CPU o caídas bruscas de rendimiento de las aplicaciones.

¿Dónde descargar WPR y WPA?

Para usar Windows Performance Recorder en un PC tradicional con Windows necesitas instalar el Windows Assessment and Deployment Kit (Windows ADK). Dentro del ADK, el componente que nos interesa es el Windows Performance Toolkit, que incluye tanto WPR como WPA y otras herramientas relacionadas; si no sabes qué componentes tienes, puedes aprender a ver las especificaciones completas de tu PC.

En muchos casos, para análisis puntuales de seguimientos ETL, puedes descargar Windows Performance Analyzer directamente desde Microsoft Store. Esta opción es muy cómoda si solo quieres analizar trazas que te ha generado otra persona o una herramienta externa, sin montar todo el ADK completo.

Si vas a trabajar con rendimiento de forma más sistemática, lo ideal es instalar el ADK completo desde la web oficial de Microsoft, marcando explícitamente la casilla de Windows Performance Toolkit en el asistente de instalación para disponer de WPR, WPA y Xperf.

cómo activar Windows Performance Recorder

Usar WPR y WPA en entornos especiales como HoloLens

En dispositivos como HoloLens, el seguimiento de rendimiento es clave para localizar cuellos de botella de cálculo o de hardware. Cuando el dispositivo se sobrecalienta o ciertas experiencias holográficas van a golpes, suele ser porque algún proceso está exprimiendo demasiado CPU, GPU o memoria.

En este tipo de escenarios se utilizan las mismas tecnologías de Windows, pero integradas en herramientas específicas como el Device Portal de HoloLens. Desde ahí se pueden lanzar capturas de rendimiento que acaban igualmente en un archivo ETL para inspeccionarlo con WPA en el PC.

¿Cómo grabar un seguimiento con WPR (o Device Portal) para detectar cuellos de botella?

El proceso lógico para encontrar un cuello de botella con Windows Performance Recorder es siempre el mismo: preparas el escenario donde se nota el problema, grabas durante el tiempo justo y luego analizas con WPA. En el caso de HoloLens, el propio portal web del dispositivo simplifica bastante los pasos.

Ejemplo: captura de rendimiento en HoloLens

En HoloLens, el flujo típico usando Device Portal es muy sencillo pero tremendamente útil para diagnosticar bloqueos o sobrecalentamiento.

  1. En la columna izquierda del Device Portal, accedes a la sección Seguimiento de rendimiento, donde tienes disponibles distintos perfiles según lo que quieras analizar.
  2. Seleccionas uno de los perfiles predefinidos o cargas un perfil personalizado (.wprp) si necesitas eventos muy específicos.
  3. Pulsas en Iniciar seguimiento y reproduces el problema que quieres investigar (por ejemplo, una experiencia que dispara el uso de CPU o produce tirones).
  4. Cuando hayas capturado suficiente información, haces clic en Detener seguimiento. El portal mostrará el seguimiento generado en la parte inferior de la página.
  5. Descargas el archivo ETL utilizando el icono de guardar (normalmente un símbolo de disco) que aparece junto al seguimiento.

A partir de ahí, ya tienes un archivo .etl listo para abrir con Windows Performance Analyzer en tu PC, compartir con el equipo de desarrollo o analizar en detalle para ver dónde se está bloqueando el sistema.

Preparar el entorno para analizar un ETL con WPA

Para que el análisis con WPA sea realmente útil conviene organizar todos los archivos relacionados en una misma carpeta. Esto incluye el propio ETL, los símbolos de depuración y, si los tienes, perfiles de análisis prediseñados.

Un ejemplo de estructura de carpeta podría ser algo así (adaptado a un formato más legible):

Carpeta_WPA
 ├─ HoloLens_trace_file.etl      <-- Archivo de seguimiento (.etl)
 ├─ CPU_analysis.wpaProfile      <-- Perfil de WPA (.wpaProfile)
 └─ Symbols\                     <-- Carpeta con los símbolos de depuración descomprimidos
     ├─ *.pdb
     ├─ ...

En esta organización, el punto clave es que la carpeta Symbols contenga los archivos .pdb ya extraídos, nunca comprimidos, para que WPA pueda resolver pilas de llamadas y funciones correctamente. Esto es vital cuando quieres saber qué parte concreta de una aplicación está consumiendo CPU o provocando esperas.

Pasos básicos dentro de Windows Performance Analyzer

Una vez instalado WPA, el flujo estándar para analizar un seguimiento ETL generado con Windows Performance Recorder (ya sea en PC o en un dispositivo como HoloLens) suele ser el siguiente:

  1. Inicias Windows Performance Analyzer desde el menú de inicio.
  2. Abres el archivo de seguimiento mediante Abrir > Archivo y seleccionas el .etl correspondiente.
  3. Cargas los símbolos de depuración desde Seguimiento > Cargar símbolos, apuntando a la carpeta que preparaste con tus .pdb o al servidor de símbolos que uses habitualmente.
  4. Aplicas un perfil de WPA para generar un conjunto de gráficos y tablas ya orientados al tipo de análisis que quieres hacer: CPU, entrada/salida de disco, GPU, memoria, etc. Esto se hace desde Perfiles > Aplicar > Examinar y seleccionando el archivo .wpaProfile.
  5. Una vez aplicado el perfil, WPA mostrará en la pestaña de análisis distintos paneles personalizables con gráficos temporales y tablas detalladas desde las que podrás filtrar por procesos, hilos, stacks de llamadas, etc.

La curva de aprendizaje de WPA es algo pronunciada, pero a cambio obtienes una visión extremadamente detallada del comportamiento real del sistema. Dentro de la propia interfaz existe una pestaña de “Getting Started” y documentación integrada que explica las vistas más importantes.

Calculadoras de cuello de botella: para qué sirven y sus límites

Más allá de las herramientas profesionales de trazas, muchos usuarios recurren a calculadoras de cuello de botella online cuando van a montar o actualizar un PC. Estas webs estiman, de forma aproximada, si la combinación de CPU y GPU que estás barajando va a ser equilibrada o si uno de los dos componentes se quedará corto; también puedes complementarlas generando un informe de hardware usando Speccy para tener datos reales de tu equipo.

Es importante tener claro que estas calculadoras solo ofrecen resultados orientativos. Pueden darte una pista de si un procesador va claramente por debajo de lo que pide una GPU de gama alta, pero no sustituyen a las pruebas reales bajo carga ni al análisis con herramientas como WPR/WPA, Task Manager o MSI Afterburner.

Aspectos a tener en cuenta antes de usar una calculadora

Antes de fiarte de lo que te diga una calculadora de cuello de botella, conviene recordar que los resultados que devuelve son aproximaciones basadas en benchmarks y suposiciones genéricas. Esto implica varias cosas:

  • El análisis no tiene en cuenta siempre cómo vas a usar el PC realmente. Un equipo que en teoría está equilibrado para juegos puede ir descompensado para tareas de cálculo científico o edición de vídeo.
  • La mayoría de calculadoras simplifican o ignoran factores como la velocidad real de la RAM, el número de módulos instalados, el almacenamiento o el tipo de carga (multihilo intenso, pocas tareas con mucho IPC, etc.).
  • Un conjunto de componentes que sobre el papel parece correcto puede comportarse de manera distinta cuando lo sometes a tus juegos o aplicaciones concretas, por lo que nunca deberías tomar su veredicto como definitivo.

Aun así, son útiles como primer filtro rápido para descartar combinaciones muy desequilibradas y, sobre todo, para comparar varias opciones de CPU/GPU de manera cómoda.

Calculadora de cuellos de botella de PC Builds

Una de las calculadoras más conocidas es la de PC Builds. Su interfaz es bastante clara: eliges tu procesador, tu tarjeta gráfica, indicas el uso principal (por ejemplo, juegos) y la resolución objetivo, y la herramienta te muestra si espera un cuello de botella notable entre ambos.

El principal inconveniente es que esta calculadora no considera la cantidad ni la velocidad de la RAM, que en la práctica son factores críticos para el rendimiento en muchos escenarios. Aun así, para comprobar de un vistazo si una CPU de gama media va a arrastrar a una GPU muy potente, o viceversa, es una herramienta rápida y gratuita que puedes aprovechar sin coste.

Calculadora del agente de la CPU

La calculadora de CPU Agent ofrece un análisis más fino. Además de CPU y GPU, también tiene en cuenta tamaño de la RAM, frecuencia de la RAM, resolución y diferentes calidades gráficas. La parte menos flexible es que no distingue tanto por tipo de uso (productividad, edición, gaming muy competitivo, etc.), pero a cambio da información muy detallada de cada componente.

Un punto interesante es que esta calculadora suele indicar detalles prácticos, como si el procesador que has elegido viene o no con disipador incluido, y muestra el impacto del cuello de botella en distintas resoluciones. Así puedes hacerte una idea de si el desequilibrio será grave a 1080p pero asumible a 1440p o 4K.

La herramienta funciona de manera parecida a la de PC Builds: seleccionas hardware, pulsas calcular y obtienes en segundos un informe con estimaciones de uso y posible cuello de botella. La clave está en leer bien los resultados y dedicar un tiempo a interpretarlos, en lugar de quedarte solo con el porcentaje final.

Otras calculadoras y benchmarks populares

Además de las anteriores, muchos usuarios usan servicios como UserBenchmark o utilidades tipo GPU-Z para hacerse una idea rápida del equilibrio del equipo.

  • UserBenchmark ejecuta una batería de pruebas en tu propio PC, mide el rendimiento de CPU, GPU, disco y RAM y luego lo compara con una base de datos muy amplia de resultados. De esa forma puede sugerir si un componente está rindiendo por debajo de lo esperado o si hay un desajuste claro entre procesador y tarjeta gráfica.
  • Herramientas como GPU-Z sirven más como monitores en tiempo real que como calculadoras de combinación teórica, pero son muy útiles para ver uso de GPU, temperaturas y velocidades mientras juegas o trabajas.

Sea cual sea la herramienta elegida, lo sensato es usar las calculadoras como punto de partida y después contrastar en foros especializados y con mediciones reales antes de hacer una compra importante.

Elegir hardware equilibrado usando calculadoras y foros

Cuando tengas una lista de componentes que las calculadoras aprueban, el siguiente paso razonable es comprobar experiencias reales de otros usuarios. Más allá del número que te devuelva una web, lo que te interesa es saber cómo se comporta esa combinación con el tipo de juegos o programas que tú vas a usar.

Una buena práctica es ir a los foros de los fabricantes o comunidades de hardware y buscar hilos donde se hable exactamente de la combinación de CPU y GPU que estás valorando. Ahí puedes:

  • Ver si otros usuarios reportan cuellos de botella claros en los mismos juegos o aplicaciones que te interesan.
  • Preguntar de forma directa cuál es su experiencia, qué tasas de FPS obtienen, si han tenido que bajar ajustes o tocar parámetros avanzados.
  • Detectar combinaciones alternativas sugeridas por la comunidad que aprovechen mejor tu presupuesto.
  • Comprobar si el sistema se comporta bien con la carga de trabajo exacta que tú vas a darle (por ejemplo, muchos hilos para render y a la vez juegos competitivos).

Si complementas este trabajo previo con las calculadoras de cuellos de botella y comparadores de GPU/CPU, tendrás una imagen bastante precisa de qué configuración encaja mejor con tu uso y qué componente será el limitante en cada escenario.

¿Cómo comprobar cuellos de botella en un PC con Windows ya montado?

Cuando el equipo ya está en casa y algo no va fino, antes de gastar dinero en actualizaciones conviene medir el uso real de cada componente. Para esto no necesitas obligatoriamente herramientas de terceros: Windows ofrece algunos recursos integrados suficientes para detectar problemas groseros.

Detectar cuellos de botella con el Administrador de tareas

El Administrador de tareas de Windows te da una vista rápida del uso de CPU, memoria, disco y red mientras ejecutas una aplicación concreta. Usándolo con algo de método puedes detectar si algún componente se planta frecuentemente en el 100 % y actúa como tapón.

Una forma sencilla de usarlo para este propósito es la siguiente:

  1. Haces clic derecho en el botón de inicio de Windows y eliges Administrador de tareas.
  2. Cierra todas las aplicaciones que no hagan falta, dejando solo el programa o juego que quieras analizar.
  3. En las pestañas de Rendimiento y Procesos, observas los gráficos y porcentajes de CPU, memoria, disco y red mientras reproduces el problema.
  4. Si ves que algún recurso se pone de manera sostenida en el 100 % de uso cuando aparece la lentitud, es un candidato claro a ser el cuello de botella.

Por ejemplo, si al jugar un título exigente la CPU está clavada al 100 % mientras la GPU apenas pasa del 40 %, el procesador es una limitación clara para el rendimiento gráfico. Al revés, si la GPU va al máximo y la CPU está sobrada, el cuello de botella está en la tarjeta gráfica.

Un detalle importante es que a veces los problemas aparentemente de “falta de RAM” se deben en realidad a una CPU incapaz de aprovechar toda la memoria disponible. Puedes ver mucha RAM libre y aun así sufrir tirones porque el procesador no da más de sí para alimentar la GPU o procesar la lógica del juego.

Usar MSI Afterburner para monitorizar CPU y GPU mientras juegas

Para tener una imagen más precisa en juegos, una de las herramientas gratuitas más utilizadas es MSI Afterburner. Aunque es conocida por permitir hacer overclock, su fuerte para nuestro objetivo es el completo sistema de monitorización en superposición dentro del juego.

Tras instalarlo, puedes configurarlo para que muestre en pantalla el uso de CPU total y por núcleo, el uso de GPU, la frecuencia de ambos, la memoria RAM ocupada y los fotogramas por segundo. De esta forma, mientras juegas ves en tiempo real qué componente se está saturando.

El patrón típico de cuello de botella de procesador es: CPU muy cerca del 100 % y GPU muy por debajo de su capacidad (por ejemplo, 60-70 %). Eso indica que la CPU no es capaz de entregar trabajo suficiente a la tarjeta gráfica, que se queda esperando órdenes.

En un escenario ideal para gaming, la GPU debería estar lo más cerca posible del 100 % (siempre y cuando las temperaturas sean seguras) y la CPU a un nivel razonable. Si es justo al contrario, es cuando conviene plantearse reducir ajustes ligados a CPU o, directamente, actualizar el procesador.

Cuellos de botella de CPU: cómo identificarlos y mitigarlos

Un cuello de botella de CPU se da cuando el procesador no puede seguir el ritmo de la carga que recibe, especialmente en aplicaciones con mucha lógica, cálculo intensivo o gran número de entidades a procesar, como shooters en primera persona, juegos de estrategia en tiempo real o simuladores complejos.

En estas situaciones, la CPU se encarga de gestionar entrada/salida, física, IA, lógica de juego y muchas tareas de fondo. Si se queda corta, la GPU pasa ciclos de reloj sin recibir nuevos datos que renderizar, lo que se traduce en una tasa de fotogramas baja o inestable aunque la tarjeta gráfica esté muy por debajo de su límite.

Monitoreo combinado de CPU y GPU

La forma más fiable de confirmar un cuello de botella de CPU es combinar datos de uso de procesador y de gráfica, bien con MSI Afterburner, bien con otras herramientas de monitorización o incluso con vistas avanzadas de WPA si has capturado un ETL con Windows Performance Recorder.

Si observas de forma consistente que la carga de CPU es mucho mayor que la de la GPU en el momento de los tirones, y que la frecuencia de la GPU permanece relativamente baja, tienes una prueba clara de que el procesador es el componente que está limitando el rendimiento.

Ajustes para reducir el impacto de un cuello de botella de CPU

Aunque la solución ideal a un cuello de botella de CPU es actualizar el procesador, hay varias medidas que puedes tomar para reducir su impacto sin cambiar hardware de inmediato.

Aumentar la resolución o la carga gráfica

Parece contraintuitivo, pero una forma de equilibrar mejor el trabajo entre CPU y GPU es subir la resolución del juego o aumentar algunos ajustes puramente gráficos. De esta forma desplazas parte de la carga hacia la tarjeta gráfica y dejas de depender tanto de la CPU para obtener FPS aceptables.

Esto no hace milagros, pero en situaciones donde la GPU está holgadísima y la CPU ahogada, subir a 1440p o 4K puede aprovechar mejor la potencia de la tarjeta y reducir sensaciones de stuttering, siempre que la VRAM y el resto del sistema acompañen.

Cerrar aplicaciones en segundo plano

Muchas veces la CPU se satura no tanto por el juego o aplicación principal, sino por programas en segundo plano que consumen recursos de forma silenciosa: navegadores con decenas de pestañas, herramientas de sincronización, antivirus demasiado agresivos, etc.

Antes de culpar al hardware, merece la pena usar Task Manager para cerrar todo lo que no sea imprescindible. Idealmente, durante una prueba de rendimiento deberías dejar solo el juego o aplicación problemática, servicios del sistema básicos y la herramienta de monitorización.

Realizar overclock a la CPU (con mucha precaución)

El overclock de la CPU puede aportar unos cuantos puntos porcentuales de rendimiento extra que, en juegos dependientes del procesador, se traducen en varios FPS adicionales y algo menos de cuello de botella. Eso sí, no todas las CPUs ni todas las placas base lo permiten, y siempre implica un riesgo si no se hace bien.

Para comprobar si tu procesador lo soporta, tienes que verificar si dispone de multiplicador desbloqueado. Todas las CPUs AMD Ryzen lo incluyen, y en Intel suele estar reservado a las series K y ciertas gamas concretas. Si tu modelo lo permite y tu refrigeración es adecuada, puedes subir poco a poco el multiplicador desde la BIOS, vigilando siempre las temperaturas; además, herramientas de terceros como ParkControl optimizan el core parking y ayudan a exprimir mejor la CPU en ciertos escenarios.

Durante todo el proceso es fundamental mantener la CPU por debajo de los 80 °C bajo carga sostenida (medido con herramientas como Core Temp) y realizar pruebas de estabilidad largas. Cualquier síntoma raro (pantallazos, bloqueos, reinicios espontáneos) implica volver a un ajuste más conservador.

Bajar ajustes del juego que cargan mucho a la CPU

No todos los ajustes gráficos afectan por igual. Muchos impactan casi exclusivamente en la GPU, mientras que otros tirarán más de la CPU. En juegos con grandes mundos abiertos o muchos NPCs, suele ayudar tocar:

  • Densidad de población y tráfico.
  • Distancia de dibujado de objetos y personajes.
  • Complejidad de la física y destrucción.
  • Opciones avanzadas de simulación o IA.

Reducir estos parámetros puede aliviar bastante a la CPU sin que la calidad visual se desplome, sobre todo si juegas a resoluciones altas donde la GPU sigue teniendo trabajo de sobra.

Actualizar la CPU cuando ya no hay más margen

Si tras optimizar ajustes, cerrar programas, probar un overclock moderado y revisar la ventilación sigues viendo que la CPU se planta constantemente en el 100 % mientras la GPU va sobrando, es señal de que el procesador se ha quedado corto para tu uso. En ese punto la solución realista pasa por cambiar a un modelo más potente y, si es necesario, renovar también la placa base y la memoria.

Cuellos de botella en otros componentes: RAM, disco y red

cómo usar Windows Performance Recorder

Aunque CPU y GPU se llevan casi toda la fama, también puedes sufrir cuellos de botella serios en memoria, almacenamiento o red, dependiendo de lo que hagas con el PC.

La falta de RAM se nota en que el sistema empieza a usar masivamente el archivo de paginación en disco, lo que dispara el uso de la unidad y provoca pausas bruscas. Un disco duro mecánico muy lento o un SSD saturado también pueden causar esperas constantes en juegos que cargan muchos datos del mundo de forma dinámica; si detectas síntomas, consulta soluciones para la transferencia de archivos lenta en Windows 11.

En cuanto a la red, aunque no es un cuello de botella de hardware interno en el mismo sentido, una conexión deficiente puede arruinar la experiencia online y parecer un problema de rendimiento del PC cuando en realidad es un tema de latencia o ancho de banda.

¿Cuándo usar WPR y WPA en lugar de solo Task Manager?

El Administrador de tareas y herramientas tipo MSI Afterburner son perfectos para diagnósticos rápidos de usuario, pero se quedan cortos cuando:

  • Quieres saber exactamente qué función o módulo de tu aplicación está consumiendo CPU de forma exagerada.
  • Necesitas ver la correlación temporal detallada entre uso de CPU, disco, GPU, bloqueos de hilos y eventos del sistema.
  • Debes analizar problemas de rendimiento intermitentes que ocurren solo en condiciones muy concretas.
  • Estás trabajando con dispositivos especiales como HoloLens, donde el margen térmico es limitado y el impacto de cualquier cuello de botella es mayor.

En esos casos, un seguimiento con Windows Performance Recorder y un análisis profundo con WPA te dan una precisión quirúrgica: puedes ver pilas de llamadas, tiempos exactos de espera, colas de E/S, hilos bloqueados, interrupciones… Es el tipo de información que marca la diferencia cuando el objetivo es optimizar de verdad una aplicación compleja o decidir con fundamento qué parte del hardware hay que renovar.

Combinar el uso de Windows Performance Recorder, calculadoras de cuello de botella, monitores en tiempo real y un poco de sentido común a la hora de leer cifras y comparar experiencias de otros usuarios te permite entender con bastante claridad por qué tu PC rinde como rinde y qué cambios tendrán más impacto, evitando gastos a ciegas y sacando mucho más partido al hardware que ya tienes.



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Samsung amplía su línea Micro RGB para el hogar

Televisor Samsung Micro RGB

La apuesta de Samsung por la tecnología Micro RGB se refuerza con una ampliación importante de su catálogo de televisores para el próximo año. La compañía ya ha confirmado que extenderá esta familia más allá del gigantesco modelo de 115 pulgadas que presentó primero en Corea del Sur, con el objetivo de llevar este tipo de panel a salones y hogares mucho más variados.

Esta nueva hornada de pantallas se sitúa en la franja de televisores premium para cine en casa, pero con formatos que encajan tanto en grandes espacios como en pisos europeos donde el salón no siempre es enorme. Con tamaños que arrancan en 55 pulgadas y una combinación de mejora de imagen por IA, gestión avanzada del color y sonido envolvente, Samsung busca convencer a quienes están valorando dar el salto a un modelo tope de gama.

Más tamaños para llegar a más hogares

Hasta ahora, el gran escaparate de la tecnología Micro RGB de la marca era el televisor de 115 pulgadas con panel LCD 4K a 144 Hz, lanzado inicialmente en el mercado surcoreano y con un precio de alrededor de 30.000 dólares, claramente orientado a un público muy reducido. Con la nueva gama, Samsung quiere alejarse de ese nicho ultraexclusivo y llevar Micro RGB a diagonales mucho más habituales en Europa.

La línea que la empresa pondrá en circulación a partir del próximo año incluirá modelos de 55, 65, 75, 85, 100 y 115 pulgadas. La idea es que en un piso medio español o en una vivienda europea estándar se puedan encontrar opciones que funcionen tanto como pieza central de un salón grande como en estancias algo más ajustadas de espacio.

Desde la división de Visual Display de Samsung, su vicepresidente ejecutivo Hun Lee describe esta familia como la siguiente evolución de las pantallas Micro RGB, con la intención de fijar un nuevo listón en cuanto a imagen premium en el hogar. La compañía insiste en que el objetivo no es solo ofrecer el tamaño más grande posible, sino cubrir todo el abanico de necesidades de los salones actuales, desde montajes de cine en casa hasta configuraciones más discretas.

La firma también reconoce que el cambio de muchos usuarios hacia modelos de gama alta se debe, sobre todo, a la mejora en calidad de imagen. Esta nueva generación Micro RGB se plantea como un paso adicional para atraer a quienes buscan algo más que un simple televisor 4K estándar, pero sin llegar a las cifras prohibitivas del primer modelo de 115 pulgadas.

Eso sí, la disponibilidad concreta por países europeos aún no está detallada, y la compañía recuerda que el despliegue podría variar según mercado. En cualquier caso, la presentación global está pensada para que regiones como España y el resto de Europa entren dentro de la primera oleada o de las fases iniciales de comercialización.

Gama Samsung Micro RGB

Qué es Micro RGB y en qué se diferencia

La clave de estos televisores está en su sistema de retroiluminación. En lugar de recurrir a los habituales LED blancos o azules combinados con filtros de color, la tecnología Micro RGB utiliza diminutos LEDs rojos, verdes y azules, cada uno de ellos con un tamaño inferior a 100 micras, que se controlan de manera independiente. Conviene no confundir esta solución con MicroLED, ya que aquí seguimos hablando de televisores LCD con retroiluminación avanzada.

Al trabajar con subpíxeles RGB independientes a escala micro, el televisor puede ajustar la luz con mucha más precisión en cada zona del panel. Esto se traduce en un control de brillo más fino, mejor contraste y una mayor exactitud a la hora de reproducir tonos complejos, algo especialmente relevante en contenidos HDR o en escenas muy oscuras con pequeños puntos de luz.

Samsung combina este hardware de retroiluminación con su propio conjunto de tecnologías de procesado de imagen, entre ellas 4K AI Upscaling Pro y AI Motion Enhancer Pro en los modelos compatibles. Estas funciones analizan la escena en tiempo real para perfeccionar la nitidez de las fuentes que no son 4K nativo, ajustar el brillo y suavizar el movimiento, lo que resulta útil tanto en películas como en retransmisiones deportivas.

La compañía insiste en que este enfoque no solo mejora los detalles más finos, sino que también permite mantener una apariencia más limpia en planos rápidos o complejos, donde en otros televisores es frecuente apreciar artefactos, ruido o estelas molestas. Al final, el objetivo es que el usuario note menos las limitaciones técnicas y se centre en el contenido.

Sobre el papel, esta combinación de panel LCD 4K con retroiluminación Micro RGB y procesamiento por IA está pensada para colocarse un peldaño por encima de los LCD tradicionales con atenuación local, tanto en contraste como en consistencia del color, sobre todo en usos intensivos como maratones de series o sesiones de cine en casa con la sala a oscuras.

Color al detalle: de Precision Color 100 al HDR avanzado

Uno de los puntos que Samsung destaca con más insistencia en esta nueva gama es la gestión del color. Los televisores incorporan la tecnología Micro RGB Precision Color 100, una fuente de luz Micro RGB afinada para alcanzar una atenuación del color más precisa en los canales rojo, verde y azul, reduciendo desviaciones y banding en degradados complejos.

Esta solución cuenta con certificación de VDE y está diseñada para cubrir el 100 % del espacio de color BT.2020, una especificación muy amplia pensada para la reproducción de contenidos HDR de alta calidad. En la práctica, esto implica que los tonos intensos, como ciertos verdes, rojos profundos o colores muy saturados, pueden mostrarse con mayor fidelidad respecto al máster original.

Además, la nueva línea integra el motor Micro RGB AI Engine Pro, un chipset específico con capacidades de inteligencia artificial que trabaja fotograma a fotograma. Este sistema no solo actúa sobre la nitidez, sino que también interviene en la gestión de la luminancia y el color para ajustar la imagen en función del contenido, intentando preservar la intención del creador dentro de lo posible.

Junto a este motor se suman las funciones Micro RGB Color Booster Pro y Micro RGB HDR Pro, orientadas a reforzar la intensidad de los colores sin llegar a saturarlos en exceso y a aprovechar el rango dinámico disponible del panel. La compañía habla de una experiencia «tan real como verlo en persona», aunque, más allá de los eslóganes, lo relevante es la combinación de cobertura de BT.2020 y control fino de la retroiluminación.

Todo este conjunto está especialmente pensado para quienes consumen contenido HDR, cine y series en plataformas de streaming que ya ofrecen títulos con metadatos avanzados. En mercados como el español, donde el acceso a servicios de vídeo bajo demanda está muy extendido, esta apuesta por el HDR cobra sentido, aunque habrá que ver en qué medida se traslada al precio final de los modelos más pequeños.

Menos reflejos y mejor integración en salones luminosos

Uno de los quebraderos de cabeza habituales en muchos hogares europeos, donde el salón suele compartir espacio con grandes ventanales o terrazas, es la reflexión de la luz ambiental en la pantalla. Para intentar reducir este problema, la nueva familia Micro RGB incorpora la tecnología Glare Free, exclusiva de Samsung en determinados modelos.

Esta solución está diseñada para minimizar los reflejos producidos por fuentes de luz directa, como lámparas o la entrada de sol durante el día, sin sacrificar la intensidad del color ni el contraste. No elimina por completo todas las reflexiones —algo prácticamente imposible en un televisor convencional—, pero ayuda a que los negros no se vuelvan grisáceos y a que las escenas sigan siendo visibles en entornos complicados.

En la práctica, esto puede marcar la diferencia en pisos donde el televisor se coloca enfrente de una ventana o en salones donde resulta difícil controlar la iluminación. Para países como España, donde la luz natural es abundante durante buena parte del año, esta reducción de reflejos es un argumento a tener en cuenta a la hora de valorar un modelo de gama alta.

Samsung señala que Glare Free no estará presente en absolutamente todos los tamaños, por lo que habrá que revisar con calma las fichas técnicas de cada modelo cuando desembarquen en el mercado europeo y comprobar qué variantes llegan oficialmente a nuestro país con esta característica.

En cualquier caso, el enfoque general de la gama parte de la idea de que estos televisores no solo se usarán en salas de cine dedicadas, sino también en salones multifuncionales donde se ve de todo: desde informativos y deportes hasta videojuegos o vídeos de YouTube, muchas veces con luces encendidas y ventanas abiertas.

IA, asistentes y funciones inteligentes en el salón

Más allá del panel y la retroiluminación, Samsung refuerza la parte de software con una actualización de su plataforma Vision AI Companion, un sistema multiagente que combina modelos de lenguaje de gran tamaño con interacción natural mediante Bixby. La idea es que el televisor se convierta en algo más que una pantalla donde lanzar apps, y funcione también como un punto de acceso a herramientas de IA.

Con esta plataforma, los usuarios pueden realizar búsquedas mediante conversación natural, plantear preguntas, recibir recomendaciones proactivas de contenido y acceder a diferentes funciones basadas en inteligencia artificial, como Live Translate para traducciones en tiempo real o Generative Wallpaper para generar fondos de pantalla personalizados.

Además, el ecosistema se integra con servicios y asistentes de terceros como Perplexity o Copilot, que se apoyan en modelos de lenguaje avanzados para responder consultas o ayudar en tareas cotidianas. Todo ello se gestiona desde el propio televisor, aprovechando el hardware de IA incluido en el chipset de la gama Micro RGB en los modelos compatibles.

Esta orientación refuerza la idea de que el televisor se está convirtiendo en un dispositivo central dentro del hogar conectado, y no solo en una pantalla para ver contenidos. En casas donde ya se utilizan altavoces inteligentes, móviles y otros productos de la marca, esta integración puede simplificar el acceso a ciertas herramientas sin tener que cambiar continuamente de dispositivo.

Aunque Samsung no entra en muchos detalles específicos sobre cómo se adaptarán estas funciones al mercado europeo o a idiomas concretos, todo apunta a que las capacidades de IA irán creciendo con actualizaciones de software, de forma que los televisores se mantengan al día durante varios años.

Audio envolvente y sincronizado con la imagen

En paralelo a las mejoras de imagen, la nueva línea Micro RGB incorpora varias novedades en el apartado de sonido, uno de los puntos que los usuarios más valoran cuando se trata de crear una experiencia tipo cine en casa sin llenar el salón de altavoces adicionales.

Todos los modelos de esta gama contarán con soporte para Dolby Atmos, lo que permite reproducir pistas de audio con información tridimensional y efectos que se perciben por encima y alrededor del espectador, siempre dentro de las limitaciones físicas del propio televisor o de las barras de sonido compatibles.

Además, se incluye la función Adaptive Sound Pro, que ajusta automáticamente la claridad de voces, efectos y música en función tanto del contenido como de la acústica de la sala. Esto puede resultar especialmente útil en salones con mucho eco, muebles mínimos o distribuciones complicadas donde normalmente se pierde parte de los diálogos.

La tecnología Q-Symphony sigue siendo una de las apuestas de Samsung para aquellos que combinan un televisor de la marca con una barra de sonido o altavoces compatibles. Con esta función, los altavoces integrados en la pantalla trabajan junto con el sistema de audio externo para crear una escena sonora más amplia y profunda, en lugar de desactivarse por completo cuando se conecta una barra.

Por último, la compañía ha adelantado que todos sus televisores de la generación 2026 integrarán Eclipsa Audio, un nuevo sistema de sonido espacial diseñado para reforzar la sensación de audio 3D envolvente. Aunque todavía no se han detallado todas sus posibilidades, se plantea como un complemento a Dolby Atmos y al resto de tecnologías ya presentes en estos equipos.

Presentación mundial y dudas sobre precio y llegada a Europa

La puesta de largo de esta familia de televisores se producirá en CES 2026, la feria tecnológica de Las Vegas que se celebrará del 6 al 9 de enero. Allí la marca mostrará por primera vez el conjunto de tamaños de la gama Micro RGB y desgranará más detalles sobre su desembarco internacional.

Por ahora, la compañía no ha hecho públicos los precios de los nuevos modelos, aunque todo apunta a que las versiones de 55 y 65 pulgadas serán las candidatas a acercar esta tecnología a un público más amplio, quedando los tamaños de 100 y 115 pulgadas como opciones claramente orientadas a instalaciones de alto presupuesto.

Lo que sí parece claro es que la estrategia de Samsung pasa por competir en el segmento LCD premium con esta retroiluminación Micro RGB, mientras otros fabricantes, como LG, preparan también sus propias propuestas con tecnologías similares. De hecho, se espera que en el mismo CES aparezcan televisores LCD de la competencia con soluciones equivalentes en retroiluminación y nuevos modelos OLED.

En el caso europeo, y especialmente en mercados como el español, quedará por ver qué combinaciones de tamaño y prestaciones llegan finalmente a las tiendas, así como el posicionamiento de precio frente a otras tecnologías como OLED o Mini LED. La referencia del modelo de 115 pulgadas, con su precio muy por encima del presupuesto medio, sirve más como escaparate tecnológico que como indicador directo.

Con todo, la ampliación de la línea Micro RGB marca un movimiento claro: Samsung quiere consolidar esta arquitectura de retroiluminación como uno de sus pilares para el televisor premium del futuro cercano, abarcando desde formatos más contenidos hasta auténticas pantallas de cine doméstico, apoyadas en IA, mejoras de color y sonido envolvente para quienes buscan dar un salto de calidad en su salón.



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jueves, 18 de diciembre de 2025

Kindle estrena la función «Pregúntale a este libro» para resolver dudas sin destripar la trama

Función de Kindle Pregúntale a este libro

La lectura digital en Kindle da un paso más con la llegada de una nueva función que actúa como una especie de asistente dentro del propio libro. Con «Pregúntale a este libro», los usuarios pueden plantear dudas sobre lo que están leyendo y obtener respuestas sin que se les adelante ninguna parte clave de la historia que aún no hayan alcanzado.

Esta incorporación se enmarca en la estrategia de Amazon para mejorar la experiencia de lectura en su ecosistema Kindle. La compañía busca que los lectores puedan aclarar detalles sobre la trama, los personajes o el contexto de la obra sin tener que salir del libro ni perder el hilo, algo especialmente útil en lecturas largas o más complejas.

Qué es exactamente «Pregúntale a este libro»

La nueva herramienta funciona como un asistente especializado en el propio título que se está leyendo, integrado en la aplicación de Kindle. Su objetivo es responder preguntas concretas sobre la obra: desde quién es un personaje que ha aparecido hace varios capítulos hasta recordar un detalle de la trama que quizá haya pasado desapercibido.

Según ha explicado la compañía, las respuestas se generan a partir de la parte del libro que el lector ya ha leído. Es decir, el sistema analiza el contenido disponible hasta el punto actual de lectura y, a partir de ahí, ofrece la información solicitada, evitando adelantar acontecimientos o giros argumentales posteriores.

Este enfoque está pensado para minimizar al máximo el temor a los ‘spoilers’ dentro de la propia lectura, uno de los aspectos que más se cuidan en esta función. El asistente no revelará información futura de la trama, sino que se limita a reorganizar, explicar o poner en contexto lo que ya ha aparecido en el texto.

Además, la herramienta se plantea como una ayuda tanto para lectores ocasionales como para quienes se adentran en novelas extensas o sagas o libros con muchos personajes, donde es relativamente fácil perder el hilo de quién es quién o por qué cierto detalle era importante.

Interfaz de Pregúntale a este libro en Kindle

Cómo funciona en la app de Kindle

Para utilizar la función, basta con acceder al menú del libro que se está leyendo dentro de la aplicación Kindle y localizar la opción «Pregúntale a este libro». Desde ahí se abre una interfaz de consulta en la que el lector puede escribir sus preguntas.

Otra forma de activar la herramienta es resaltando un pasaje o una frase que despierte alguna duda. Al seleccionar ese fragmento, se ofrece la posibilidad de preguntar directamente sobre ese contenido, lo que facilita centrar la consulta en un punto muy concreto de la obra.

Una vez que se ha lanzado la primera pregunta, la conversación no se queda en un único intercambio. El lector puede plantear preguntas de seguimiento para afinar la explicación, pedir más contexto o aclarar matices relacionados con la respuesta anterior, de manera similar a un chat centrado exclusivamente en el libro.

El diseño de esta interacción busca que el usuario pueda resolver dudas sin romper el ritmo. En lugar de salir a buscar información en Internet —con el riesgo de tropezar con resúmenes completos y destripes de la trama—, la consulta se realiza dentro del propio entorno de lectura.

La herramienta se apoya en la información contenida en el libro y en lo que el sistema sabe que el lector ya ha recorrido. Por eso, las respuestas se limitan a organizar y explicar el contenido existente, pero sin anticipar episodios que aún no han aparecido en la lectura actual.

Uso de la función Pregúntale a este libro

Disponibilidad: por ahora, en iOS y Estados Unidos

En esta primera fase, «Pregúntale a este libro» está disponible únicamente en la aplicación Kindle para dispositivos iOS. El lanzamiento se ha producido inicialmente en el mercado estadounidense, donde Amazon suele probar muchas de sus novedades antes de extenderlas a otros territorios.

La compañía ha adelantado que la expansión de la función se llevará a cabo a lo largo del próximo año. El plan pasa por incorporarla también a la app Kindle en dispositivos con sistema operativo Android y, más adelante, a los propios lectores electrónicos Kindle.

Por el momento no se ha concretado una fecha exacta para su llegada a Europa o a mercados como España, pero lo habitual en este tipo de lanzamientos es que, tras la fase inicial en Estados Unidos, la herramienta se vaya activando de forma progresiva en otras regiones.

Mientras tanto, los usuarios europeos pueden tomar nota de cómo funciona la novedad y de qué tipo de uso puede tener en su día a día cuando esté disponible, sobre todo quienes leen con frecuencia en formato digital y utilizan de forma intensiva la app de Kindle.

Detalle de la función en Kindle

Recapitulaciones de Kindle: resúmenes para no perderse en las sagas

Junto a «Pregúntale a este libro», Amazon ha introducido otra novedad pensada para quienes leen de forma continuada: las Recapitulaciones de Kindle. Esta función ofrece resúmenes estructurados de los libros, pensados para repasar los puntos clave antes de seguir con la historia.

La idea es sencilla: si un lector ha dejado una saga aparcada durante un tiempo o va a empezar la siguiente entrega de una serie larga, puede consultar una recapitulación para recordar los hechos principales, los arcos argumentales más relevantes y la evolución de los personajes hasta ese momento.

Para acceder a estas recapitulaciones, hay que pulsar en el botón «Ver resúmenes» que aparece en la página de la serie dentro de la biblioteca Kindle. Desde ahí se presentan los contenidos de repaso, que sirven como apoyo antes de retomar la lectura o empezar un nuevo volumen.

Esta herramienta está disponible tanto en los dispositivos Kindle como en la aplicación Kindle para iOS, de manera que se puede consultar el resumen desde el lector electrónico o desde el móvil o la tableta, según las preferencias de cada usuario.

En combinación con «Pregúntale a este libro», las recapitulaciones refuerzan la idea de una lectura más acompañada y guiada, especialmente útil en obras extensas, sagas de fantasía, ciencia ficción o thrillers con muchas subtramas donde es fácil perder detalles con el paso del tiempo.

Animación de la función Pregúntale a este libro

Con estas dos funciones, Amazon refuerza la propuesta de Kindle como un entorno de lectura que no solo sirve para almacenar libros, sino también para acompañar al lector durante todo el proceso, desde el repaso de lo ya leído hasta la aclaración de dudas sobre la marcha, intentando respetar siempre la experiencia narrativa y evitando destripes indeseados, a la espera de que estas novedades se extiendan más allá de Estados Unidos y lleguen también a los lectores de España y del resto de Europa.



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Cómo utilizar emojis en Office: guía completa para Word y Outlook

Cómo utilizar emojis en Office

Los emojis se han colado en prácticamente todas nuestras conversaciones digitales y, cómo no, también en el trabajo. Word y Outlook permiten usarlos de formas muy distintas, desde atajos rápidos de teclado hasta paneles completos llenos de iconos a color. El problema es que muchas personas no saben todas las opciones disponibles y acaban limitándose al típico “:)” o copiando y pegando desde internet.

Si quieres llevar tus correos y documentos un paso más allá, aprender a utilizar bien los emojis en Office puede marcar la diferencia: ayudan a dar tono, matizar mensajes serios, hacer más amenas las conversaciones con el equipo y hasta evitar malentendidos. En esta guía completa vas a ver, paso a paso, cómo usarlos en Word y Outlook en Windows, en la versión web y también en Mac, además de cómo personalizarlos, desactivar los que no quieres y resolver los fallos más habituales.

Emojis en Word y Outlook: cómo funcionan realmente

En las aplicaciones modernas de Office, Word y Outlook utilizan principalmente la fuente Segoe UI Emoji para mostrar emojis a todo color. Esto incluye las versiones recientes de Microsoft 365, Office 2021, 2019 y 2016 en Windows 10 y Windows 11. En sistemas más antiguos, como Windows 7 o versiones viejas de Office, muchos de estos iconos se representaban con fuentes como Wingdings y en blanco y negro, lo que explica por qué a veces ves cuadros o símbolos raros.

Además del soporte de fuente, Office se apoya mucho en la función de Autocorrección para transformar cadenas de texto como “:)” en caritas sonrientes. Esa misma característica se usa también para crear atajos personalizados, cambiar abreviaturas por frases completas o, si te molestan los emojis automáticos, desactivarlos por completo.

Usar el selector de emojis de Windows en Word y Outlook

En Windows 10 y Windows 11 tienes a tu disposición un panel de emojis integrado en el propio sistema operativo, disponible en cualquier aplicación donde puedas escribir texto, incluyendo Word y Outlook. Es el método más rápido y cómodo, y funciona tanto en correos nuevos como al responder mensajes o editar documentos.

Para abrir el panel, coloca el cursor en el lugar donde quieras el icono y pulsa la tecla Windows junto con el punto (Win + .) o con el punto y coma (Win + . Verás aparecer una pequeña ventana flotante con varias pestañas: emojis, kaomojis, símbolos y, en las versiones más recientes, incluso GIF y otros elementos visuales según la app, como los iconos 3D y emojis en PowerPoint.

Dentro de ese selector puedes navegar por categorías usando los iconos de la parte superior o inferior, desplazarte con el ratón o el teclado, y también escribir directamente una palabra clave. Si, por ejemplo, escribes “presentar”, “sonrisa” o “corazón”, el panel filtrará los resultados para mostrar solo los iconos relacionados, lo que ahorra mucho tiempo.

Cuando tengas localizado el dibujo que quieras, basta con hacer clic o pulsar Enter para insertarlo en el cuerpo del correo o en el documento de Word. El panel se mantendrá abierto para que puedas añadir varios seguidos, y cuando termines solo tendrás que cerrarlo haciendo clic en la “X” o pulsando Esc.

Insertar emojis desde Word para la Web

Si trabajas con la versión online, Word para la Web también incluye su propio menú de emojis. No es tan completo como el panel de Windows, pero resulta suficiente para salpimentar textos sencillos, resúmenes o documentos compartidos con el equipo.

Mientras editas tu archivo en el navegador, ve a la pestaña Insertar y elige la opción Emoji. Verás que aparece una pequeña selección de caritas y personajes básicos. Si necesitas algo más variado, haz clic en la opción “más emojis” para ver el conjunto completo disponible en esa vista.

Además, Word para la Web reconoce algunas combinaciones de caracteres y las convierte automáticamente en emojis. Por ejemplo, escribir “:)” o “:-)” puede dar lugar a una carita sonriente; otras variantes como “:(”, “:D” o “;‑)” también pueden traducirse en iconos, dependiendo de la configuración y actualización de la versión que estés utilizando.

Autocorrección: de cadenas de texto a emojis

truco para usar emojis en office

Una de las funciones más potentes de Office es que tanto Word como Outlook convierten secuencias de texto concretas en emojis de forma automática. Eso incluye las caritas clásicas que todos conocemos desde los inicios de internet.

En las versiones modernas, cuando escribes “:)” o “:-)” se transforman en una cara sonriente de color (carácter Unicode U+1F60A en la fuente Segoe UI Emoji). Antes, la misma combinación se convertía en un carácter de Wingdings en blanco y negro, lo que hacía que el resultado se viera diferente e incluso no fuera compatible en otros dispositivos.

Entre las combinaciones más habituales que Outlook y Word pueden traducir a emojis, se encuentran secuencias como “:)”, “:D”, “:(”, “;‑)”, “:|”, “:O”, “:p” y el famoso “<3” para el corazón. En algunos entornos también se usa “</3” para representar un corazón roto, con su correspondiente símbolo.

Si al escribir estas cadenas la puntuación no cambia a nada o aparece un cuadro vacío, es probable que falte la fuente Segoe UI Emoji en tu sistema. Esta fuente viene incluida de serie en Windows 8, 10 y 11, así que en la mayoría de casos el problema se soluciona actualizando el sistema o ejecutando el Comprobador de Archivos de Sistema (SFC) para reparar ficheros dañados.

Desactivar la conversión automática de emojis

Puede que, por motivos de estilo o porque trabajas con textos muy formales, no quieras que Outlook o Word cambien tu puntuación a iconos de colores. Por suerte, esta función es totalmente configurable y puedes desactivarla de forma granular.

Si estás escribiendo y se acabó de transformar una carita en emoji, la forma más rápida de revertirla es pulsar Ctrl + Z. Esto deshace la última autocorrección y vuelve a mostrar el texto original “:)” sin alterar ninguna otra parte del documento o del correo.

Si quieres desactivar la conversión de forma permanente, debes ir a las opciones de Autocorrección de Word u Outlook. Allí, en la pestaña donde aparece la lista de reemplazos, escribe en el cuadro “Reemplazar” la cadena de signos que se esté convirtiendo en emoji (por ejemplo “:)”). Con esa entrada seleccionada en la lista, pulsa “Eliminar” y ese reemplazo concreto dejará de producirse.

Esta misma pantalla también te sirve para crear tus propios atajos de texto que se conviertan en emojis o en cualquier otro contenido. Por ejemplo, puedes hacer que al escribir “lolcarita” se inserte una carita con lágrimas de risa o el icono que tú elijas.

Cómo insertar emojis en Outlook: todas las opciones

Outlook ofrece varias maneras de añadir emojis, tanto en la versión de escritorio (Outlook 365, 2021, 2019, 2016) como en Outlook Web y Outlook Mobile. La elección de un método u otro dependerá de lo que te resulte más cómodo y del entorno en el que trabajes.

1. Secuencias de caracteres y Autocorrección

Si estás acostumbrado a escribir los típicos emoticonos de texto, puedes seguir haciéndolo y dejar que Outlook los traduzca automáticamente. Cada vez que introduces una de estas combinaciones y pulsas la barra espaciadora, el programa la reemplaza por el emoji correspondiente.

Entre las cadenas más usadas que Outlook convierte sin esfuerzo están “:)” (cara sonriente), “:(” (cara triste), “;‑)” (guiño), “:O” (sorpresa), “:D” (sonrisa grande) y “<3” (corazón). Solo tienes que escribirlas en cualquier punto del mensaje y la función de Autocorrección hará el resto.

Lo interesante es que puedes personalizar o ampliar esta lista desde el menú de Autocorrección, de forma que tus propias abreviaturas se conviertan en un icono concreto. Por ejemplo, podrías usar “:aplauso:” para insertar unas manos aplaudiendo o “:ok:” para el pulgar arriba.

2. Insertar emojis desde el menú Símbolo

Otra posibilidad es tratar los emojis como caracteres especiales. En las versiones de escritorio de Outlook puedes insertar emojis a través del menú Insertar > Símbolo, seleccionando la fuente específica “Segoe UI Emoji”.

Para ello, abre un nuevo correo o responde a uno existente, ve a la pestaña Insertar, haz clic en Símbolo y luego en Más símbolos. En la ventana que se abre, elige “Segoe UI Emoji” como fuente y cambia el subconjunto a “Símbolos variados” u otro grupo donde se agrupen los emojis.

Si te desplazas un poco hacia abajo, verás una larga lista de iconos en blanco y negro que representan emoticonos, símbolos y otros pictogramas. Cuando hagas clic en uno y pulses “Insertar”, se añadirá al mensaje y Outlook le aplicará el estilo en color correspondiente. Este método es útil si quieres una selección más controlada y no dependes tanto del teclado.

3. Crear atajos de teclado personalizados

Para quienes usan mucho algunos iconos concretos, Outlook permite crear atajos de texto propios para insertar emojis de forma aún más rápida. Se hace combinando el menú de Símbolos con la Autocorrección.

Primero, repite el proceso anterior: Insertar > Símbolo > Más símbolos, selecciona la fuente Segoe UI Emoji y escoge un emoji. Con ese símbolo resaltado en la lista, pulsa el botón “Autocorrección”. Se abrirá una ventana donde verás el símbolo elegido y un campo llamado “Reemplazar”.

En ese recuadro, escribe la cadena de texto que quieras usar como atajo. Puede ser una combinación de números (“123”), letras (“:smile:”) o palabras cortas. Después pulsa “Agregar” (o “Reemplazar”, si ya existe esa combinación) y, para terminar, “Aceptar”. A partir de ese momento, cada vez que escribas esa abreviatura y pulses espacio, Outlook colocará el emoji que hayas configurado.

4. Añadir tus propios emojis como imágenes

Si no te convence el estilo de los emojis nativos de Outlook, puedes recurrir a imágenes personalizadas para crear tu propio repertorio. Esta opción es especialmente interesante si quieres usar emoticonos alineados con la identidad visual de tu marca o con un diseño concreto.

En Outlook 2021 y versiones modernas de Microsoft 365, puedes buscar directamente imágenes en línea gracias a la integración con Bing. Para ello, ve a Insertar > Imágenes y escoge la opción “Imágenes en línea” (en algunas ediciones primero tendrás que seleccionar “Imágenes”).

En la ventana de búsqueda, escribe “emoji” o el término que te interese y marca la casilla “Solo Creative Commons” para limitarte a imágenes con licencias más abiertas. Selecciona el gráfico que más encaje con tu estilo y pulsa “Insertar” para añadirlo al correo como imagen. Podrás cambiar su tamaño, moverlo, alinear el texto alrededor y reutilizarlo cuando lo necesites.

5. Emojis desde el menú de expresiones en Outlook Web

Si utilizas la versión web, Outlook on the Web (antes OWA) incorpora un menú de expresiones similar al de muchas apps de mensajería. Es una forma muy visual de elegir emojis, GIF y stickers sin depender de atajos de teclado.

Cuando estés redactando un mensaje, haz clic en el botón de los tres puntos para abrir las opciones adicionales. En ese menú encontrarás una entrada llamada “Emoji” o “Expresiones”; al pulsarla se abrirá un selector donde puedes navegar por distintas categorías, buscar iconos concretos o revisar tu histórico de emojis usados recientemente.

Al hacer clic en cualquiera de ellos, se insertará directamente en el cuerpo del correo en el punto donde esté el cursor. Es rápido, intuitivo y muy parecido a lo que ya conoces de aplicaciones como WhatsApp o Teams.

Atajos rápidos con el panel de emojis de Windows en Outlook

Aunque Outlook tiene sus propios menús, el atajo del panel de emojis de Windows sigue siendo el método estrella para muchos usuarios. Es especialmente cómodo porque funciona en casi todas las aplicaciones y mantiene siempre la misma interfaz.

La mecánica es sencilla: abre un nuevo correo o responde a uno existente, coloca el cursor en el texto y pulsa Windows + . (punto). El panel flotante aparecerá automáticamente y podrás desplazarte por las categorías o escribir en la barra de búsqueda para encontrar iconos específicos.

Si trabajas con un Mac, no te quedas fuera: en Outlook para macOS puedes usar el visor de emojis del sistema con Control + Command + Espacio. Al pulsar esa combinación, se abre una pequeña ventana con emojis, símbolos y caracteres especiales que puedes insertar en cualquier app, incluida la versión de escritorio de Outlook.

En Outlook Web, en lugar de atajos de sistema, tienes un icono de cara sonriente en la barra de herramientas del editor de mensajes. Al hacer clic en él, accederás a un panel de emojis similar, con buscador y categorías, perfecto para trabajar desde el navegador sin complicarte.

Uso profesional de emojis en el correo: buenas prácticas

En el entorno corporativo, los emojis generan dudas: bien usados, aportan cercanía y claridad; mal gestionados, pueden parecer poco profesionales. Por eso conviene tener claros algunos criterios antes de empezar a poner caritas en todos los correos.

En comunicaciones formales o con personas que no conoces, lo más recomendable es usar emojis de forma muy moderada y siempre con un matiz positivo. Caras sonrientes suaves, pulgares arriba o iconos neutros pueden suavizar un mensaje, mostrar agradecimiento o reforzar una felicitación sin resultar excesivos.

También es importante prestar atención al contexto cultural y a la edad o perfil del destinatario. Algunos emojis tienen significados distintos según el país, la comunidad o incluso la generación; lo que en un chat informal puede ser un guiño cómplice, en un correo profesional podría interpretarse como ironía o falta de seriedad.

En correos internos, con compañeros de confianza, puedes permitirte un poco más de juego con las expresiones, siempre y cuando no se conviertan en el foco principal del mensaje. La idea es que apoyen el texto y lo hagan más humano, no que lo sustituyan ni que llenen el correo de iconos repetidos.

Problemas habituales con los emojis en Outlook y Word

Aunque la mayoría de las veces todo funciona sin complicaciones, es relativamente común encontrarse con fallos en la visualización o el uso de emojis, sobre todo cuando hay usuarios con versiones antiguas de software en la conversación.

Uno de los casos más típicos es que el destinatario vea cuadros o símbolos en lugar de emojis. Esto suele ocurrir porque el cliente de correo o el sistema operativo del receptor no soporta los mismos conjuntos Unicode o no dispone de una fuente adecuada como Segoe UI Emoji. En estos escenarios, lo más prudente es optar por emojis estándar y evitar los diseños más recientes o complejos.

También puede pasar que tú mismo veas los iconos como cuadros en Word u Outlook. Esto apunta casi siempre a un problema de fuentes en tu propio sistema: una instalación incompleta, un archivo dañado o un Windows sin actualizar. Revisar Windows Update, reinstalar fuentes del sistema o ejecutar herramientas como el Comprobador de Archivos de Sistema suelen solucionar el problema.

Otro fallo recurrente es que el panel de emojis de Windows no se abra al pulsar Win + .. En ese caso, conviene comprobar primero que estás usando un teclado compatible, reiniciar el equipo y verificar que tu versión de Windows 10/11 está al día. En ocasiones, configurar correctamente el idioma y la distribución de teclado también ayuda.

Por último, hay usuarios que se quejan de que no encuentran un emoji concreto o que los iconos no se ven igual en el móvil. Debes tener en cuenta que cada sistema (Android, iOS, Windows, web) representa los emojis con un diseño propio, aunque el significado sea el mismo, y que algunas versiones antiguas no incluyen los iconos más recientes. Si el matiz visual es crítico, conviene hacer pruebas cruzadas o limitarse a emojis muy básicos.

Word y Outlook disponen hoy de un abanico muy completo de herramientas para trabajar con emojis: desde el panel nativo de Windows y la Autocorrección hasta menús propios de símbolos, buscadores integrados e incluso uso de imágenes personalizadas. Dominando estas opciones y aplicando un poco de criterio en su uso profesional, es fácil conseguir correos y documentos más claros, humanos y eficaces sin perder formalidad cuando la situación lo requiere. Comparte este tutorial para que más personas sepan cómo utilizar sus emojis en Office.



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Qué es la Agentic AI Foundation de la Linux Foundation y por qué importa

Fundación de IA agéntica y estándares abiertos

La Linux Foundation ha puesto en marcha una nueva pieza clave en el tablero de la inteligencia artificial: la Agentic AI Foundation (AAIF), un organismo diseñado para ordenar y estandarizar el ecosistema emergente de la llamada IA agéntica, es decir, sistemas capaces de coordinar tareas y tomar decisiones de forma cada vez más autónoma. Esta iniciativa arranca ya con una base técnica sólida gracias a tres proyectos muy extendidos: el Model Context Protocol (MCP) de Anthropic, el framework goose de Block y la convención AGENTS.md de OpenAI.

Según el anuncio realizado en San Francisco, la AAIF nace como un espacio neutral para albergar estándares abiertos que conecten modelos de IA con herramientas, datos y aplicaciones empresariales. La lista de miembros fundadores evidencia el peso de la iniciativa: como socios platinum figuran Amazon Web Services, Anthropic, Block, Bloomberg, Cloudflare, Google, Microsoft y OpenAI, a los que se suman compañías como Oracle, SAP, Salesforce, IBM, Snowflake o Shopify en niveles gold y silver. Para las empresas europeas, y en particular para el tejido empresarial español, la jugada supone un movimiento relevante en pleno despliegue del reglamento europeo de IA y en un contexto en el que la presión por evitar el bloqueo de proveedor no deja de crecer.

Un intento de poner orden en la IA agéntica

La creación de la Agentic AI Foundation llega en un momento de cambio de ciclo: los asistentes conversacionales tradicionales empiezan a dejar paso a agentes capaces de orquestar flujos de trabajo complejos y colaborar entre ellos. Jim Zemlin, director ejecutivo de la Linux Foundation, describe esta transición como un salto hacia agentes autónomos que ya se apoyan, en la práctica diaria, en MCP, AGENTS.md y goose para construir esta nueva categoría de soluciones.

La fundación nace con un mandato muy concreto: garantizar que estas capacidades, consideradas ya como infraestructura crítica, evolucionan de forma transparente, colaborativa y bajo una gobernanza independiente de los grandes proveedores de nube y de modelos fundacionales. La idea es que los estándares que regulen cómo se conectan y coordinan los agentes de IA no queden en manos de un solo actor.

El enfoque va más allá de lo puramente técnico. La Linux Foundation intenta reproducir el modelo de otros proyectos de infraestructura, como Linux o Kubernetes, donde la estandarización de facto se ha apoyado en fundaciones neutrales capaces de alinear, o al menos encauzar, intereses empresariales muy distintos. En este caso, el objetivo es que la capa agentic repita esa historia de éxito en forma de protocolos abiertos y ampliamente adoptados.

La otra cara de la moneda es el riesgo de concentración. El grupo de empresas que domina hoy el mercado de modelos de lenguaje y servicios cloud es, en buena medida, el mismo que pasa a definir el marco de juego para los agentes. La incógnita está en hasta qué punto la AAIF conseguirá integrar de verdad a otros actores: pymes tecnológicas, desarrolladores independientes, universidades o instituciones públicas, especialmente en Europa, donde las exigencias regulatorias en privacidad y seguridad son más estrictas.

MCP: de solución interna a pieza de infraestructura

El Model Context Protocol (MCP) se ha convertido, en apenas un año, en uno de los elementos centrales de la arquitectura de la IA agéntica. Nació en Anthropic como respuesta a un problema muy concreto: conectar de forma ordenada modelos de IA, datos y herramientas dentro de la propia compañía. De ahí ha evolucionado a protocolo de propósito general para exponer recursos a agentes de IA de forma estandarizada.

Anthropic abrió MCP en noviembre de 2024 y, desde entonces, se han publicado ya miles de servidores MCP, superando la barrera de los 10.000 según datos de la propia compañía. Estos servidores conectan desde herramientas de desarrollo hasta despliegues en grandes empresas del Fortune 500, y el protocolo se usa hoy en plataformas como Claude, Cursor, Microsoft Copilot, Gemini, VS Code, ChatGPT y otros entornos populares de agentes y copilots.

Mike Krieger, responsable de producto en Anthropic, sostiene que MCP se ha convertido en “el estándar de la industria para conectar sistemas de IA con datos y herramientas”, y que su traslado a la Linux Foundation busca preservar su carácter abierto y neutral. El mensaje es claro: si MCP va a funcionar como parte de la infraestructura básica de la IA, su control no puede quedar ligado a un único proveedor comercial.

Para las empresas que están montando sus propias plataformas de agentes, MCP ofrece una ventaja muy práctica: permite separar la lógica de integración en servidores que exponen capacidades de manera homogénea. Esto, sobre el papel, facilita mover cargas de trabajo entre distintos modelos o nubes sin tener que reescribir integraciones a medida. Ahora bien, el grado real de portabilidad dependerá de cómo implementen MCP los distintos proveedores de IA y de las extensiones específicas que cada uno incorpore al protocolo.

En el caso de España y de otros países de la UE, esta capa de abstracción resulta especialmente interesante para arquitecturas multinube e híbridas, muy habituales en banca, telecomunicaciones o administración pública. MCP puede ayudar a cumplir con requisitos de soberanía de datos y a evitar dependencias excesivas de una sola plataforma, siempre que los estándares se respeten y no queden diluidos en implementaciones propietarias.

goose: agentes locales y flujos de trabajo estructurados

El segundo gran pilar técnico de la Agentic AI Foundation es goose, un framework de agentes impulsado por Block y lanzado a comienzos de 2025. A diferencia de otros entornos centrados casi exclusivamente en llamadas a modelos, goose se define como un sistema local‑first que combina modelos de lenguaje, herramientas extensibles y una integración estándar fundamentada en MCP.

Block, matriz de Square, Cash App, Afterpay y TIDAL, presenta goose como la capa de infraestructura práctica necesaria para ejecutar flujos de trabajo agentic de forma fiable. El enfoque local‑first no es un detalle menor: en escenarios regulados o con datos especialmente sensibles, la posibilidad de mantener parte del procesamiento en entornos controlados —por ejemplo, en un centro de datos europeo o en infraestructuras propias— añade margen para cumplir con requisitos de privacidad, compliance y normativa sectorial.

Manik Surtani, responsable de open source en Block, plantea la iniciativa en términos de elección estratégica: o la tecnología que marcará la próxima década queda encapsulada en soluciones cerradas, o se construye sobre estándares abiertos que permitan la participación de un abanico mucho más amplio de actores. La donación de goose a la AAIF se interpreta como un intento de anclar el framework a reglas de gobernanza comunitaria, reduciendo el riesgo de que evolucione únicamente al ritmo y prioridades de un proveedor concreto.

Para equipos técnicos en España, goose se perfila como una opción interesante a la hora de prototipar y desplegar agentes que coordinan múltiples herramientas internas: desde sistemas ERP hasta repositorios de código o plataformas de atención al cliente. La integración nativa con MCP facilita, en teoría, conectar estos agentes a distintas fuentes de datos sin atarse de manos a un único modelo de IA.

La gran incógnita está en cómo evolucionará el ecosistema de plugins y herramientas alrededor de goose y si será capaz de alcanzar masa crítica frente a otros frameworks que también aspiran a convertirse en referencia en el ámbito agentic. Para organizaciones europeas, acostumbradas a valorar la madurez del ecosistema antes de apostar por una tecnología, este factor será determinante.

AGENTS.md: una convención mínima con adopción masiva

El tercer componente que se integra en la Agentic AI Foundation es AGENTS.md, una convención en formato markdown presentada por OpenAI en agosto de 2025. Su premisa es sencilla pero eficaz: proporcionar a los agentes de código un punto de referencia consistente con instrucciones específicas del proyecto, independientemente del repositorio o la cadena de herramientas utilizada.

Esa sencillez ha jugado a su favor. Más de 60.000 proyectos de código abierto y frameworks de agentes han adoptado ya AGENTS.md, incluidos Amp, Codex, Cursor, Devin, Factory, Gemini CLI, GitHub Copilot, Jules o VS Code. En la práctica, funciona como una especie de archivo de metadatos operativo para agentes, que reduce la ambigüedad a la hora de interpretar convenciones internas, rutas clave o procesos de despliegue de cada repositorio.

OpenAI, una de las primeras en adoptar MCP, ha complementado esta pieza con el lanzamiento de herramientas como ACP, Codex CLI y los SDK de Agents y Apps, todos alineados con un ecosistema agentic basado en protocolos interoperables. Nick Cooper, miembro del equipo técnico de OpenAI, vincula la donación de AGENTS.md a la AAIF con la necesidad de “prácticas abiertas y transparentes” que hagan el desarrollo de agentes más predecible y seguro para empresas y desarrolladores.

Que AGENTS.md pase a estar bajo el paraguas de la AAIF tiene implicaciones directas para las organizaciones que ya lo venían usando de facto. Una convención ligera nacida para facilitar la vida a los desarrolladores se transforma en un estándar con foro formal de evolución, donde podrán plantearse requisitos de sectores regulados, nuevas plantillas o extensiones específicas para determinados dominios.

El reto será mantener la simplicidad que ha impulsado su adopción inicial al tiempo que se atienden demandas más complejas, especialmente en contextos europeos donde cuestiones como trazabilidad, auditoría o explicabilidad de la IA empiezan a ser obligatorias por ley. Si el estándar se complica demasiado, existe el riesgo de que la comunidad busque alternativas más ligeras.

Un consorcio dominado por los grandes proveedores

Más allá de la parte puramente técnica, la composición de la Agentic AI Foundation refleja fielmente el mapa actual de poder en la IA generativa y en la nube. Entre los miembros platinum se encuentran AWS, Google, Microsoft y OpenAI, junto a proveedores de datos financieros como Bloomberg o compañías de infraestructura de red como Cloudflare. A ellos se suman Anthropic y Block, muy implicados en la definición de MCP y goose.

En la categoría gold aparecen actores clave en observabilidad, desarrollo y software empresarial: Cisco, Datadog, Docker, JetBrains, Okta, Oracle, Salesforce, SAP, Shopify, Snowflake o Temporal, entre otros. La capa silver reúne empresas especializadas como Apify, Hugging Face, LanceDB, Prefect.io, Pydantic, SUSE o Uber, además de proveedores centrados en seguridad, orquestación y productividad.

El resultado es un consorcio con una alta concentración de poder de mercado. Para responsables de tecnología en empresas medianas, instituciones europeas o administraciones públicas, este panorama genera una lectura dual. Por un lado, los estándares promovidos por la AAIF tienen muchas probabilidades de consolidarse como referencia de facto, lo que reduce la incertidumbre a la hora de apostar por MCP o AGENTS.md en proyectos estratégicos.

Por otro lado, la pluralidad de miembros no elimina el riesgo de que la orientación técnica responda en buena medida a las prioridades de los grandes proveedores cloud y plataformas de IA. La experiencia de la última década con otros estándares muestra que los momentos de tensión llegan cuando chocan los intereses comerciales con la evolución neutral de las especificaciones.

Varios ejecutivos de AWS, Bloomberg, Cloudflare, Google Cloud o Microsoft han recalcado públicamente la importancia de MCP como capa conectora en sectores como las finanzas, así como la promesa de evitar el lock‑in mediante protocolos abiertos. Sin embargo, que la interoperabilidad se mantenga real y no se quede en el papel dependerá en buena medida de cómo se implementen estos protocolos en productos comerciales y de la vigilancia de la comunidad técnica y reguladora, especialmente en Europa.

Gobernanza, comunidad y próximos pasos

El lanzamiento de la Agentic AI Foundation llega acompañado de un primer gesto hacia la comunidad: la donación a la AAIF de los eventos MCP Dev Summit y del podcast asociado, por parte de Obot.ai, miembro silver. El próximo MCP Dev Summit se celebrará en Nueva York los días 2 y 3 de abril de 2026, con llamada a ponencias, registro y patrocinios ya abiertos, y se han avanzado planes para una edición europea en 2026.

Este tipo de foros servirán para medir hasta qué punto la AAIF es capaz de implicar a desarrolladores independientes, startups y equipos técnicos fuera del círculo de los grandes proveedores. Históricamente, la Linux Foundation ha utilizado conferencias y grupos de trabajo para canalizar feedback técnico y transformarlo en decisiones de hoja de ruta. Queda por ver si ese modelo puede replicarse en un ámbito tan sensible como el de los agentes autónomos, donde confluyen preocupaciones de seguridad, cumplimiento normativo y riesgo sistémico.

Para el tejido empresarial español —especialmente en banca, energía, industria, sanidad y sector público— la aparición de un marco común para la agentic AI supone a la vez una oportunidad y una obligación. Oportunidad porque permite construir pilotos y productos sobre MCP, goose o AGENTS.md sabiendo que existe una hoja de ruta compartida y un paraguas de gobernanza reconocido internacionalmente. Obligación porque, si se quiere que estos estándares reflejen las necesidades europeas en materia de privacidad, auditoría o soberanía de datos, será necesario participar activamente en los grupos de trabajo y procesos de consulta.

En los próximos meses, la evolución de la AAIF se medirá por su capacidad para abrir sus órganos técnicos, publicar especificaciones claras y ofrecer herramientas de referencia que faciliten su adopción más allá de las grandes plataformas. Si lo consigue, MCP, goose y AGENTS.md pueden convertirse en los cimientos discretos sobre los que se apoye la próxima ola de automatización inteligente en empresas de todos los tamaños, también en España y en el resto de Europa; si no, la IA agéntica corre el riesgo de quedar encapsulada, de nuevo, en ecosistemas dominados por unos pocos actores globales.



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ChatGPT acelera la creación de imágenes con GPT Image 1.5

Generación de imágenes con ChatGPT

La generación de imágenes con inteligencia artificial da otro giro de tuerca con la nueva actualización de ChatGPT Images. OpenAI ha renovado por completo su sistema visual con un modelo conocido como GPT Image 1.5, que promete resultados más rápidos, mayor control sobre la edición y una experiencia de uso más cómoda tanto en ordenador como en móvil.

Esta actualización llega en un contexto de fuerte competencia con otras plataformas, como los modelos visuales de Google, y busca reforzar el papel de ChatGPT como herramienta creativa de uso diario. Según la compañía, el nuevo sistema es capaz de generar imágenes hasta cuatro veces más deprisa que la versión anterior, manteniendo o incluso elevando la calidad visual y la coherencia entre las distintas versiones de una misma imagen.

GPT Image 1.5: imágenes cuatro veces más rápidas sin sacrificar calidad

Con GPT Image 1.5, OpenAI asegura que la generación de imágenes en ChatGPT es ahora hasta 4 veces más rápida que antes. Este salto en rendimiento se nota especialmente en escenarios donde el usuario necesita varias pruebas seguidas, ya sea para un proyecto profesional o para crear contenido para redes sociales.

Hasta ahora, uno de los mayores inconvenientes de ChatGPT Images era precisamente el tiempo de espera: había que aguardar bastante para obtener la primera imagen y, si el resultado no convencía o se quería ajustar algún detalle, tocaba volver a pasar por la misma cola. El nuevo modelo reduce de forma clara esos tiempos y permite iterar con más agilidad, algo clave en flujos de trabajo creativos o comerciales.

OpenAI subraya que esta velocidad extra no supone un recorte visual. Al contrario, GPT Image 1.5 introduce mejoras en la fidelidad a las instrucciones, la consistencia entre versiones y la nitidez de los detalles. Cambios de color, ajustes de iluminación o la inclusión de objetos en posiciones muy concretas se respetan mejor que en modelos anteriores.

Además, la compañía ha decidido que estas mejoras lleguen también a quienes usan ChatGPT de forma gratuita. El nuevo modelo sustituye a generaciones anteriores como DALL·E o GPT Image 1, y se integra como opción por defecto tanto en la interfaz habitual de chat como en la API para desarrolladores.

Edición puntual tipo “Photoshop” dentro de ChatGPT

Más allá de la velocidad, uno de los puntos donde más se notan los cambios es en la edición selectiva de partes concretas de una imagen. Históricamente, los modelos de IA generativa han tenido dificultades para modificar solo un elemento sin alterar el resto, lo que obligaba a rehacer la imagen desde cero con cada cambio.

El nuevo ChatGPT Images funciona casi como un pequeño “Photoshop” integrado y gestionado por la IA. El usuario puede seleccionar zonas específicas y pedir cambios muy concretos: cambiar el color de una prenda, sustituir un objeto, retocar la iluminación de un área concreta o combinar elementos de varias imágenes distintas en una sola composición.

La herramienta ofrece además estilos y presets sugeridos, pensados para quienes no quieren liarse con prompts complejos. A partir de una foto de referencia se pueden generar variaciones de vestuario, peinados, contextos o ambientes, manteniendo la identidad de la persona o el producto original sin que se deformen rasgos faciales ni se pierdan detalles importantes.

Según OpenAI, se ha trabajado especialmente en que la edición respete logotipos, elementos de marca y otros detalles clave, algo muy relevante para equipos de marketing, comercio electrónico o diseño que necesitan mantener una línea visual coherente en catálogos, banners o anuncios.

Más precisión al seguir instrucciones y mejor texto dentro de las imágenes

Otra de las áreas en las que GPT Image 1.5 intenta dar un salto es en el seguimiento riguroso de instrucciones complejas. En versiones previas era habitual pedir una relación concreta entre objetos, posiciones o cantidades y que el modelo se equivocara en algún detalle, desde el número de elementos hasta la distribución en el espacio.

OpenAI muestra comparativas donde el nuevo sistema respeta mejor estructuras en cuadrícula, relaciones espaciales precisas o composiciones con muchos elementos definidos. Esto es especialmente útil para usos educativos, esquemas visuales, maquetas de interfaces o materiales informativos donde un error no es solo estético, sino funcional.

También se han introducido mejoras en el renderizado de texto integrado en la imagen, un punto que seguía siendo una piedra en el zapato de casi todos los modelos generativos. GPT Image 1.5 maneja ahora bloques de texto más densos, tipografías pequeñas e incluso estructuras como tablas o layouts tipo cartel con una legibilidad razonable, aunque todavía no perfecta.

Este avance abre la puerta a más casos de uso: carteles publicitarios, anuncios para redes, creatividades de marketing, infografías o prototipos de maquetación editorial. La IA sigue sin clavar todos los rótulos al cien por cien, pero el nivel de control es mayor que en las primeras generaciones de ChatGPT Images.

Además, el modelo reduce uno de los rasgos más reconocibles de la etapa anterior: aquellas imágenes con tonos excesivamente cálidos y un aspecto “amarillento” que delataban fácilmente que habían sido creadas por la IA. Salvo que se pida explícitamente, el nuevo estilo por defecto se acerca más a una fotografía natural.

Un espacio propio para Images dentro de ChatGPT

La actualización de OpenAI no solo afecta al modelo en sí, sino también a la experiencia de uso en la interfaz de ChatGPT. La generación de imágenes deja de ser un simple resultado incrustado en una conversación de texto y pasa a contar con un apartado propio, accesible desde la barra lateral tanto en la web como en la aplicación móvil, con funciones para editar y comprimir imágenes.

En este nuevo espacio, denominado simplemente Images, se reúnen todas las creaciones en un único lugar. El usuario puede revisar su historial visual, reutilizar imágenes anteriores como base para nuevas versiones y acceder a un conjunto de ideas, estilos y prompts sugeridos que facilitan empezar sin tener que escribir instrucciones desde cero.

La intención de OpenAI es reducir la barrera de entrada para quienes no están acostumbrados a redactar prompts detallados. Basta con elegir un estilo, subir una foto (o hacerse un selfie) y dejar que el sistema proponga variaciones. Este enfoque está pensado tanto para usuarios particulares como para perfiles creativos que necesitan iterar rápido sin perder tiempo en configurar cada detalle técnico.

Además, la herramienta permite iniciar nuevas generaciones mientras otras imágenes se siguen procesando, lo que agiliza todavía más el flujo de trabajo, especialmente cuando se preparan varias versiones para campañas, webs o redes sociales.

Desde OpenAI se insiste en que este rediseño responde a un patrón observado en muchos usuarios: para una parte importante del público, la primera interacción con ChatGPT consiste en convertir texto en imagen. Darle un espacio dedicado es, según la compañía, una forma de adaptar el producto a ese comportamiento real.

Usos creativos y profesionales: de redes sociales al ecommerce

Las mejoras de GPT Image 1.5 no se quedan en la teoría. OpenAI y distintas plataformas que ya han integrado el modelo destacan casos de uso muy concretos que se benefician de la mayor velocidad, la edición precisa y la mejor preservación de detalles.

En el ámbito creativo, resulta más sencillo combinar personas, objetos y escenarios en nuevas escenas. A partir de una foto se pueden generar versiones en distintos lugares, épocas o estilos visuales: desde situar a alguien en una ciudad extranjera con una iluminación coherente, hasta transformarlo en un personaje de estética histórica o cinematográfica, manteniendo el parecido facial.

En marketing y branding, la herramienta ayuda a producir variantes de anuncios, portadas o creatividades sin necesidad de rehacer el diseño desde cero. Cambiar colores corporativos, añadir o reubicar logotipos, ajustar textos o adaptar una misma composición a varios formatos se hace con menos riesgos de que se deformen elementos clave.

Para el comercio electrónico, GPT Image 1.5 permite generar catálogos completos de productos aprovechando programas para editar imágenes RAW. Se pueden crear variantes de color, escenas y ángulos diferentes de un mismo artículo, manteniendo la coherencia visual entre todas las imágenes. Plataformas como Wix, Canva, Figma, Envato y otras ya están aprovechando estas capacidades en sus propios servicios.

En el entorno europeo, donde el sector del diseño, la publicidad y el ecommerce es especialmente competitivo, esta combinación de rapidez, costes más bajos en la API y control sobre la imagen de marca puede resultar especialmente interesante para pymes y agencias que buscan automatizar parte de su producción visual sin renunciar a un acabado cuidado.

Disponibilidad, costes y limitaciones actuales

OpenAI ha comenzado a desplegar GPT Image 1.5 para todos los usuarios de ChatGPT, incluidas las cuentas gratuitas, tanto en la versión web como en las aplicaciones móviles. El nuevo espacio de Images se irá activando progresivamente, mientras que el acceso específico para planes Business y Enterprise llegará en fases posteriores.

En el terreno de la API, el modelo ya se puede utilizar con normalidad. La compañía indica que las entradas y salidas de imágenes son aproximadamente un 20 % más baratas que en la versión anterior, lo que permite a desarrolladores y empresas generar más variantes con el mismo presupuesto. Esto es relevante para proyectos que necesitan producir imágenes a gran escala, como plataformas de anuncios o catálogos automatizados.

Pese a los avances, OpenAI reconoce que siguen existiendo limitaciones. Algunos estilos artísticos muy específicos —por ejemplo, ciertos tipos de anime— ofrecen resultados menos convincentes que en modelos previos, y la edición de imágenes con muchas personas continúa siendo un reto, con posibles inconsistencias en rostros o posturas.

Para mitigar parte de estos problemas, la compañía recomienda aprovechar los filtros y estilos predefinidos incluidos en la nueva experiencia de Images, que sirven como punto de partida más estable. Además, la versión anterior del generador continúa disponible dentro de ChatGPT, de manera que los usuarios pueden regresar a ella si consideran que se ajusta mejor a un estilo concreto.

OpenAI presenta este lanzamiento como un paso intermedio dentro de una estrategia más amplia hacia experiencias multimodales, donde texto, imagen y otros formatos convivan en un mismo entorno. La acogida que tenga GPT Image 1.5 en usos profesionales y cotidianos marcará hasta qué punto la creación y edición de imágenes con IA se convierte en una herramienta de trabajo diaria y no solo en una curiosidad tecnológica de moda.

Con esta actualización, ChatGPT Images se consolida como un estudio visual integrado en el propio chat: más rápido, con mayor control sobre los cambios y preparado para integrarse en flujos de trabajo de diseño, marketing o comercio electrónico, tanto en España como en el resto de Europa, donde la competencia por ofrecer contenidos visuales atractivos y consistentes no deja de intensificarse.



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