
Con el estreno de los primeros vuelos de reparto con drones en la Val d’Aran, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea ha concedido una autorización inédita en España a la operadora local para volar fuera del alcance visual (BVLOS). El piloto ARCHYTAS, impulsado por el Conselh Generau d’Aran y la Generalitat en el marco de Áreas Digitales, contempla hasta 100 operaciones para abastecer servicios esenciales.
La iniciativa persigue mejorar la logística en zonas de difícil acceso y reducir costes y emisiones frente a alternativas como el helicóptero. Para ello se empleará el modelo DJI Flycart 30 en vuelos automatizados, con itinerarios preprogramados y supervisión constante.
Qué es ARCHYTAS y quién lo impulsa

Enmarcado en Áreas Digitales, ARCHYTAS nace como un banco de pruebas para validar el uso de drones de carga en la alta montaña. Sus primeras misiones apoyarán a la ganadería, refugios y telecomunicaciones, con una planificación de hasta 100 vuelos en diferentes rutas.
El permiso otorgado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea permite a la operadora aranesa realizar operaciones más allá de la línea de vista del piloto, un hito que se convierte en la primera autorización de este tipo en España.
Primeros vuelos y casos de uso en la montaña

La primera demostración se ha realizado esta semana con el traslado de sal para el ganado a un paraje de Canejan. El recorrido que a pie exigiría alrededor de una hora y media se completó en torno a cinco minutos con el dron.
Durante la fase actual se han definido cinco destinos de difícil acceso que articularán los trayectos de prueba, es decir, cinco localizaciones de referencia:
- Pic del Dossau
- Bassa d’Arres
- Artiga de Lin
- Porcingles
- Entornos de Garòs
Además de agilizar entregas, el uso de plataformas eléctricas reduce el impacto ambiental y el coste económico frente a otros medios tradicionales, factores especialmente sensibles en entornos naturales protegidos, con menos impacto y menor coste.
Operación y seguridad: vuelos BVLOS automatizados
Cada misión se programa con antelación fijando ruta, altura y velocidad; durante el vuelo, un operador sigue el aparato en pantalla mientras el piloto se ocupa de despegue y aterrizaje, en un esquema de operaciones totalmente mecanizadas.
Este planteamiento refuerza la seguridad tanto en el aire como en tierra, al exigir un control minucioso de la trayectoria y la gestión de riesgos propios de los vuelos BVLOS en áreas de montaña, lo que se traduce en seguridad operacional reforzada.
Retos técnicos y próximos pasos
Desde la administración aranesa subrayan la conveniencia de desarrollar tecnología desde el territorio para dar respuesta directa a problemas cotidianos, como la orografía compleja o las zonas sin cobertura.
La segunda fase del piloto arranca tras superar los requisitos técnicos y de seguridad exigidos por la autoridad, y permitirá acumular datos en hasta cien salidas automatizadas con el DJI Flycart 30 que ayudarán a trazar soluciones logísticas a largo plazo, consolidando cien vuelos de prueba BVLOS.
La Val d’Aran se posiciona como laboratorio real para el transporte con drones en España: permisos pioneros, tecnología automatizada y casos de uso concretos para abrir corredores seguros que faciliten suministros en zonas remotas.
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