viernes, 21 de noviembre de 2025

Cómo limitar los FPS en un juego sin añadir input lag

Cómo limitar los FPS en un juego sin añadir input lag

Si juegas en PC es fácil caer en la idea de que cuantos más fotogramas por segundo, mejor. Pero hay muchos escenarios donde poner un techo a la tasa de imágenes es una ventaja clara. Menos consumo, menos calor, menos ruido y una fluidez más consistente sin picos ni tirones son solo algunos motivos de peso para limitar los FPS correctamente.

Además, cuando la GPU corre muy por encima de lo que puede mostrar tu monitor, aparecen artefactos como el tearing y, en ciertos títulos, el juego se siente irregular pese a tener cifras altas. Estabilizar la tasa a un objetivo realista suele mejorar mucho la experiencia, especialmente si odias la variabilidad como tantos jugadores avanzados en Windows y Linux.

¿Por qué limitar los FPS puede ser una gran idea?

La creencia de que más es mejor no siempre se cumple. Limitar FPS reduce consumo y temperatura al evitar que la GPU renderice cuadros que el monitor no va a mostrar. Si usas una pantalla de 60 Hz, mover 200 o 300 FPS es malgastar recursos: gran parte de esos cuadros se descartan.

También está el eterno problema del tearing, cuando ves «trozos» de dos fotogramas distintos a la vez. Limitar los FPS ayuda a reducirlo, aunque la solución fina llega combinando el límite con sincronización adaptativa (G-Sync, FreeSync) para alinear la entrega de cuadros con el refresco del panel.

Otro enemigo es el stuttering. Una alta variabilidad de fotogramas causa tirones que distraen; fijar un valor medio estable puede eliminar el problema y dar la sensación de suavidad que buscas.

En géneros competitivos algunos usuarios persiguen cifras desorbitadas para minimizar el input lag. Aun así, si el monitor es de 144 Hz, verás a lo sumo 144 «ventanas» por segundo, y el resto se perderá. Hay quien prefiere la «sensación» de más fluidez al empujar 300 FPS, pero se trata más de consistencia temporal que de ver efectivamente todos esos cuadros.

Opciones para limitar los FPS en Windows

1) Limitar desde el propio juego

Es el método preferente cuando está disponible. El motor del juego controla su loop interno: regula la frecuencia con la que se actualiza la simulación y renderiza, de forma normalmente más precisa y eficiente que las soluciones externas. La pega es obvia: no todos los títulos incluyen esta opción y tendrás que configurarlo uno a uno.

Aunque capes los FPS en el menú, el tearing puede seguir ahí si no sincronizas. Combina tu límite con G-Sync/FreeSync (o V-Sync si no hay otra) para que los cuadros lleguen alineados con el panel y evitar cortes en pantalla.

2) Usar los drivers de NVIDIA o AMD

Cuando el juego no ofrece un tope, los controladores son la segunda mejor alternativa. El driver gestiona el pipeline de renderizado y puede regular de forma bastante fina la salida de FPS, tanto a nivel global como por aplicación.

NVIDIA: Panel de control

Abre el Panel de control de NVIDIA y entra en Configuración 3D → Controlar la configuración 3D. La opción Velocidad máxima de fotogramas permite fijar un cap global o por programa. Normalmente tendrás que cerrar y reabrir el juego para que el cambio surta efecto.

Si usas herramientas avanzadas como Nvidia Profile Inspector, puedes afinar más. Combinaciones típicas que funcionan muy bien con GPU NVIDIA:

  • Objetivo 60 FPS estables: en RivaTuner (RTSS) fija Framerate Limit en 60 y, en Nvidia Profile Inspector, usa Frame Rate Limiter V3 a 61 FPS, Vertical Sync en Fast Sync y Vertical Sync – Tear Control en Adaptative. Este combo mantiene la latencia baja y reduce cortes.
  • Objetivo 30 FPS estables: en RTSS pon 30, y en Profile Inspector limita a 31 FPS con Vertical Sync a 1/2 Refresh Rate y Tear Control adaptativo. Es útil en equipos modestos o para sesiones largas con bajo consumo.

Fast Sync minimiza el input lag comparado con V-Sync tradicional y puede ser buena pareja de un limitador externo. Prueba siempre por juego porque los resultados cambian según motor y carga.

AMD: Adrenalin y Radeon Chill

El panel Adrenalin de AMD integra todo lo necesario. Radeon Chill reemplazó a FRTC y permite marcar un umbral mínimo y máximo de FPS. Es especialmente útil con FreeSync, ajustando el rango para que la tasa se mueva dentro de los límites de la VRR del monitor.

Actívalo desde la sección Juegos, ya sea en el perfil global o por título, y escoge un mínimo y un máximo razonables. Si tu pantalla es 60 Hz, capear a 60 (o un poco por debajo si usas VRR) evita trabajo inútil de la GPU. Ten en cuenta que, en algunas versiones, cambiar estos valores exige reiniciar el juego para aplicarlos.

3) RivaTuner Statistics Server (RTSS) y MSI Afterburner

RTSS es el limitador externo más popular, incluido con MSI Afterburner. Es muy preciso y se puede ajustar en caliente, sin cerrar el juego. Además, puedes crear perfiles por juego y dejarlo arrancar con Windows para tener tu cap siempre activo.

Cómo dejarlo fino con las herramientas: abre MSI Afterburner y entra en su rueda de opciones. En la pestaña Información en pantalla encontrarás Framerate limiter compatibility properties, desde donde asignar atajos de teclado para activar, desactivar o conmutar el limitador al vuelo.

Pulsa el botón Más para abrir RTSS. En Framerate limit escribe tu objetivo y confirma. Si no quieres ver el overlay, desactiva la opción Show On-Screen Display. También puedes marcar Start with Windows para tenerlo siempre listo.

Dentro de RTSS existe el modo sigiloso, «Stealth mode», que evita que ciertos juegos detecten la inyección. Útil para esquivar conflictos con títulos quisquillosos y con aplicaciones UWP. Y, dato importante: usar RTSS como limitador no conlleva sanciones en sistemas antitrampas como VAC, es un método seguro.

Un apunte práctico: en algunos equipos, RTSS puede entrar en conflicto con software de grabación como OBS si ambos intentan enganchar la misma API. Si ves problemas, cambia el método de captura en OBS o prueba a iniciar primero el juego y luego OBS o usa NVIDIA Shadowplay.

4) V-Sync clásico y combinaciones con VRR

V-Sync alinea FPS con los hercios del monitor, pero introduce más latencia de entrada, especialmente cuando la GPU no sostiene el objetivo y se generan colas de renderizado. Aun así, es una salida si no dispones de VRR y no quieres ver tearing.

Con G-Sync o FreeSync, la GPU y el monitor se coordinan para refrescarse al ritmo real de los FPS. La VRR funciona dentro de un rango (por ejemplo, 48-144 Hz). Si lo sobrepasas, deja de actuar y puedes volver a sufrir cortes o V-Sync de respaldo con su input lag.

De ahí nace la recomendación frecuente: limitar 2-3 FPS por debajo del techo del monitor (p. ej., 141-142 en paneles de 144 Hz) para no tocar el límite superior de la VRR y evitar el fallback. Hay quien defiende activar G-Sync con el V-Sync del juego y prescindir de un cap adicional; en la práctica, capear un poco por debajo del máximo suele dar el comportamiento más suave.

Otra opción de NVIDIA es Fast Sync, que reduce tearing con poca latencia, pero no sustituye a la VRR y puede introducir micro-stutter si la relación entre FPS y Hz no es adecuada. Pruébalo si tu juego ofrece cifras muy altas y estables por encima del refresco.

5) Parámetros de lanzamiento en Steam

Para títulos que no traen límite integrado, Steam permite imponerlo al iniciar. Entra en Propiedades del juego y, en Parámetros de lanzamiento, añade +fps_max 60 (o el número que quieras). Es un método rápido y limpio que muchos motores respetan.

Soluciones y matices en Linux con foco en el input lag

Cómo limitar los FPS en un juego sin añadir input lag

Si juegas en Linux y odias la latencia, prioriza el tope dentro del juego. Los limitadores internos suelen ofrecer menos retraso porque coordinan simulación y render. Cuando no hay cap nativo, hay varias alternativas maduras.

El limitador de DXVK (usado por Proton) es una opción sólida para títulos DirectX traducidos a Vulkan. MangoHud también integra un limitador rápido de configurar, con overlay opcional y ajustes por juego. Es simple y muy práctico.

Libstrangle permite estrangular FPS a nivel de proceso con gran fineza. Es ligero y funciona bien en escenarios exigentes, aunque requiere algo más de terminal. Por su parte, Gamescope, el compositor de Valve, puede gestionar resoluciones, escalado y límites con control muy preciso sobre la ruta de presentación.

Respecto a la sincronización, FreeSync en Linux funciona de maravilla si se configura correctamente. De nuevo, capear bajo el techo de VRR ayuda a evitar tocar el límite superior y caer en V-Sync. Recuerda que V-Sync clásico, también en Linux, añade input lag notable; úsalo como último recurso si no dispones de VRR.

Tasa de refresco del monitor: pieza clave del puzle

La pantalla marca el máximo que puedes «ver» realmente. 60 Hz equivalen a 60 cuadros visibles por segundo, por mucho que tu GPU entregue 120. Esos cuadros extra no se muestran, pero sí consumen energía, elevan temperaturas y hacen trabajar de más al equipo. Si no estás seguro, consulta cómo cambiar la tasa de refresco de tu pantalla.

Con 120, 144 o 240 Hz la cosa cambia: el panel puede refrescar al ritmo de tus FPS, siempre que el juego y la GPU lleguen. Si bloqueas los FPS por debajo del potencial del monitor perderás parte de esa suavidad. Ajusta objetivos realistas según el título y tu hardware.

Las tecnologías VRR como G-Sync y FreeSync sincronizan el refresco del panel con la GPU. Esto elimina el tearing y suaviza caídas en rangos bajos y altos, siempre que te mantengas dentro del rango operativo del monitor.

Guías rápidas y combinaciones útiles

Para jugar a 60 estables en GPU NVIDIA, un enfoque que se ha probado muchísimo es el siguiente: RTSS en 60 y Profile Inspector en 61, con Fast Sync y Tear Control adaptativo. Mantiene fluidez, reduce cortes y evita colas largas.

Para 30 estables, muy útil en portátiles o juegos que no llegan a 60 en tu equipo, RTSS en 30 y Profile Inspector en 31, con V-Sync a 1/2 de la frecuencia y Tear Control adaptativo. La experiencia es consistente, el consumo baja y el ruido de ventiladores también.

Si usas G-Sync, se recomienda capear 2-3 FPS por debajo del máximo de tu monitor para evitar pegarte al techo de la VRR. Con FreeSync, mismo concepto: busca el punto dulce que te mantenga dentro del rango del panel.

Pasos esenciales con MSI Afterburner y RTSS

1) Abre MSI Afterburner y entra en su rueda de ajustes. En Información en pantalla, ve a Framerate limiter compatibility properties para definir teclas de activar, desactivar o conmutar el cap.

2) Pulsa el botón Más para abrir RTSS. En Framerate limit escribe tu objetivo y confirma con Enter. Marca Start with Windows si quieres que se inicie solo.

3) Si no quieres superposición en pantalla, desactiva Show On-Screen Display. Cierra RTSS con la X y en Afterburner pulsa Aplicar y Aceptar para guardar.

4) Si un juego protesta, activa Stealth mode en RTSS para que la inyección pase desapercibida. Es especialmente útil con ciertos títulos o apps de la tienda de Microsoft.

V-Sync, tearing y latencia: lo que de verdad importa

V-Sync elimina el tearing al precio de más latencia y posibles tirones si no sostienes el objetivo. Con VRR, el tearing desaparece sin penalización notable en input lag, y la experiencia se siente mucho más suave en bajadas.

Si no tienes VRR, limitar los FPS al refresco de tu monitor y añadir V-Sync puede ser buena solución. Cuando la prioridad es la latencia, valora Fast Sync o bajar ligeramente el tope de FPS para evitar colas. Siempre prueba por juego.

Steam y límites rápidos por título

Para juegos con soporte nativo en motor Source u otros compatibles, añade en Propiedades → Parámetros de lanzamiento +fps_max 60 (u otro valor). Es una manera directa de imponer un techo respetado por el juego sin tocar nada más.

Escenarios prácticos y ahorro energético

En títulos antiguos o poco exigentes, tu GPU puede ir sobrada. Capear reduce consumo y calor, ideal en portátiles donde cada vatio cuenta y un perfil más silencioso marca la diferencia.

Hemos visto casos reales donde, al activar un límite, la carga de CPU bajó en torno a un 20% y la GPU redujo su uso prácticamente a la mitad. Menos consumo, menos temperatura y un equipo mucho más silencioso.

Si además haces un downclock moderado junto al cap, el ahorro energético es mayor sin romper la experiencia. Úsalo con cabeza y prueba siempre por juego.

Consejos rápidos para elegir el mejor método

  • Primero, cap interno del juego si existe. Suele ofrecer menor latencia y mayor estabilidad.
  • Segundo, drivers de GPU: Panel de control NVIDIA o Adrenalin con Radeon Chill para límites globales o por juego.
  • Tercero, RTSS para control fino en caliente, perfiles y hotkeys. Si hay conflictos, revisa OBS u otras capturas.
  • Con VRR: capea 2-3 por debajo del techo para evitar tocar el límite superior del rango G-Sync/FreeSync.

Preguntas y matices frecuentes

¿Limitar los FPS reduce el tearing por sí solo? Ayuda, pero no garantiza sincronización. Eliminarlo pide VRR o V-Sync; con VRR es la opción más limpia y con menor latencia.

¿RTSS añade input lag? La diferencia con drivers o cap interno es pequeña, pero el cap interno suele llevarse la corona. Prueba y quédate con lo que mejor sienta en cada título.

¿Me pueden banear por usar RTSS? No, no es una herramienta de trampas. Se usa desde hace años para overlay y limitación de FPS sin problemas con sistemas como VAC.

¿Y si mi juego no tiene cap y no respeta el de Steam? Drivers o RTSS al rescate; son tus opciones robustas y fáciles de aplicar por juego.

Nota sobre comunidades y hardware

La conversación sobre latencia, caps y sincronización está muy viva en comunidades de jugadores de PC, incluidas las centradas en títulos como Fallout 76, donde se comparten guías, builds y eventos. Si te planteas jugar en portátil, recuerda que un buen cap puede ser el aliado perfecto para equilibrar silencio, autonomía y fluidez.

Elige un objetivo de FPS coherente con tu monitor, combínalo con la mejor sincronización disponible (VRR si puedes) y usa el método más cercano al juego para minimizar la latencia. Con drivers y RTSS tienes alternativas sólidas, y con pequeñas combinaciones como Fast Sync o 1/2 tasa en casos concretos puedes rematar una experiencia muy fluida, sin tearing y con el menor input lag posible. Comparte esta información para que más usuarios aprenda a limitar los FPS en sus videojuegos.



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