
Comprar memorias USB y discos duros baratos puede salir muy caro. No solo por el dinero perdido, también porque puedes comprometer datos personales y copias de seguridad. En los últimos meses han proliferado timos con pendrives y unidades externas que prometen capacidades imposibles por unos pocos euros, ofertas que lucen creíbles porque aparecen en marketplaces conocidos o en campañas agresivas con reseñas infladas. El objetivo de este artículo es darte una guía clara y práctica para que no te la colen.
Verás señales concretas a las que prestar atención, herramientas gratuitas para comprobar si la capacidad es real y pautas de compra segura. También repasaremos una estafa cada vez más habitual: discos duros usados vendidos como nuevos o reacondicionados “de ganga” tras miles de horas de trabajo en centros de datos o granjas de minería. Con ejemplos reales, métodos de verificación y recomendaciones paso a paso, te llevarás un criterio sólido para distinguir chollos reales de trampas.
Ofertas demasiado buenas: cómo detectar el humo antes de comprar
Si te topas con una memoria USB anunciada con capacidades estratosféricas a precio irrisorio, desconfía. Hay anuncios que llegan a prometer decenas de terabytes en un pendrive por poco más de 10 euros, a veces incluso con marcas conocidas en el título o el logotipo impreso en la carcasa. Aunque lo veas en portales populares, eso no lo convierte en verdadero.
Un buen termómetro son los precios oficiales. Por ejemplo, una unidad USB 3.2 Gen 1 de un fabricante reputado con 128 GB y velocidades reales puede rondar cantidades muy modestas, pero nunca verás 1 TB por 10 euros ni, mucho menos, 64 TB por calderilla. Si ves algo así, aunque vengan acompañadas de opiniones supuestamente positivas, toca levantar la ceja y comparar con la web del fabricante o con distribuidores de confianza.
Además, muchas estafas se camuflan con “ofertas relámpago” o descuentos exclusivos para ti. Este tipo de ganchos explotan la prisa y el FOMO con patrones oscuros que buscan compras impulsivas. Si el reloj corre, la presión aumenta y la ganga parece única, mejor respirar hondo y revisar dos veces antes de pagar.
Cómo alteran la capacidad y por qué puedes perderlo todo
Los estafadores no solo maquillan la caja: manipulan el controlador de la unidad para que el sistema muestre una capacidad ficticia. Así, cuando entras en las Propiedades de Windows ves el número “prometido”, pero es puro teatro. En la parte no existente, la escritura se corrompe y acabas perdiendo archivos, carpetas y copias de seguridad sin previo aviso.
Ha habido casos sangrantes compartidos en foros y redes, como el de un supuesto disco externo de 20 TB que, al abrir la carcasa, resultó ser una caja con bloques de metal pegados con adhesivo y una placa “de atrezo” para engañar al sistema operativo. También se han dado devoluciones manipuladas en grandes superficies, donde el producto que regresa a estantería lleva en su interior una unidad distinta de menor capacidad. En ambos escenarios, tu ordenador ve el tamaño “pintado”, pero los datos no tienen dónde caer.
Reseñas trampas y señales sutiles en los listados
Las valoraciones online ayudan, pero muchas están amañadas. Si detectas comentarios muy cortos, publicados en un periodo de tiempo inusualmente concentrado, o reseñas que señalan fallos pero dejan cinco estrellas, sospecha. Ese patrón suele ser la marca de agua de las valoraciones infladas.
Herramientas que antes servían para auditar reseñas falsas, como ReviewMeta o Fakespot, han dejado de estar operativas o ya no funcionan como solían, así que toca mirar a mano. Revisa fotos reales, compara con el precio en tiendas oficiales y contrasta lo que dicen los comentarios con especificaciones plausibles. Si la relación capacidad/precio rompe todas las escalas, raro, raro.

Comprueba la capacidad real con herramientas fiables
Olvida la cifra que muestra el sistema en Propiedades: solo te dice lo que el firmware quiere que veas. Para saber si la memoria existe de verdad, hay utilidades gratuitas que escriben y leen datos en toda la superficie. Una de las más claras es ValiDrive, creada por el ingeniero Steve Gibson, quien compró múltiples USB falsos para documentar el engaño y desarrolló una herramienta que valida el almacenamiento real.
ValiDrive no requiere instalación y realiza pruebas de lectura y escritura sobre bloques del dispositivo. Al finalizar, muestra el resultado de la superficie en un mapa muy fácil de entender: verde para sectores reales y rojo para el “humo”. Si predominan los rojos, estás ante una estafa y debes gestionar la devolución cuanto antes.
Si ya compraste una unidad USB, antes de volcar fotos o documentos importantes, ejecuta una verificación completa. Un test de superficie que tarde unos minutos puede ahorrarte meses de disgustos. Hasta entonces, evita almacenar nada crítico en ese dispositivo.
Cómo validar un disco en macOS con Utilidad de Discos
En Mac tienes una herramienta preinstalada que ayuda a poner orden. Conecta el disco, abre Utilidad de Discos, selecciónalo en la barra lateral y usa la opción Borrar con el sistema de archivos que te interese: APFS si solo trabajarás con Mac o ExFAT para compartir con Windows. Después del formateo verás si la capacidad real se corresponde con lo anunciado.
Este simple proceso detecta muchos engaños de capacidad. Si junto al formateo haces una copia de prueba de varios cientos de gigabytes y verificas integridad, tendrás una idea clara de si la unidad responde como debería o si se comporta como un pendrive de baja gama que se viene abajo en cuanto llenas más allá de lo que físicamente tiene.
La trastienda de los discos “reacondicionados” tirados de precio
El desplome de la minería de criptomonedas y la renovación constante en centros de datos han inundado el mercado con discos de alta capacidad usados. Se ven modelos empresariales de 14, 16 o incluso 28 TB a precios muy por debajo del PVP. Un ejemplo llamativo: un disco Seagate Exos de 28 TB que nuevo cuesta alrededor de 500 euros, revendido por algo más de 300 en plataformas de terceros.
¿Dónde está la trampa? Muchos de estos discos acumulan entre 15.000 y 30.000 horas de servicio, e incluso más, trabajando 24/7 en entornos exigentes. Siguen funcionando… pero su vida útil real puede estar en el tramo final. Cuando fallan, no solo pierdes el dispositivo, también puedes perder datos valiosos.
Ha habido casos documentados en Europa con consumidores que compraron Exos “nuevos” y, al analizarlos en detalle, encontraron 10.000, 15.000 o hasta 22.000 horas de uso previo. En varios incidentes, se detectó que alguien había reseteado los valores SMART para que parecieran impolutos; sin embargo, los contadores internos de fiabilidad de campo (FARM), mucho más difíciles de manipular, delataban el kilometraje real.
SMART, FARM y cómo leer la verdad del disco
Los discos modernos guardan métricas de salud y uso. SMART (Self‑Monitoring, Analysis and Reporting Technology) registra reintentos, sectores reasignados, temperatura y horas de encendido. En determinadas marcas existen métricas adicionales como FARM, que persisten mejor ante intentos de reset. Si alguien manipula SMART, todavía puedes encontrar pistas en estos datos de campo.
Para inspeccionarlos, recurre a herramientas como smartmontools, CrystalDiskInfo o HDDScan. Con ellas puedes ver horas de encendido, ciclos de arranque, temperaturas y alertas. En el caso de algunos modelos de Seagate, existe acceso a contadores internos difíciles de falsificar. Si no cuadra lo que ves con lo que te han vendido, reclama.
Checklist esencial para no caer en discos usados o falsificados
Antes de pagar o nada más recibir el disco, sigue esta lista. Te servirá tanto para detectar unidades usadas camufladas como para cazar falsificaciones físicas muy logradas. Cuanto antes verifiques, más fácil será devolver si algo va mal.
- Compara precio con tiendas oficiales. Un descuento lógico puede situarse respecto al precio medio de los últimos meses, pero una rebaja desproporcionada es un mal síntoma. Desconfía de chollos imposibles.
- Revisa embalaje y etiquetas. Faltas en la etiqueta original, números de serie mal impresos o inconsistencias en la serigrafía son mala señal. Comprueba el serial en la web del fabricante.
- Fecha de fabricación. Si el disco aparece fabricado muchos meses antes de tu compra (por ejemplo, más de seis meses) y se vende como “nuevo”, pregúntate por qué. Podría haber sido manipulado o formar parte de un lote reacondicionado.
- Verifica SMART y, si es posible, métricas avanzadas. Usa smartmontools, CrystalDiskInfo o HDDScan. Si detectas horas de uso abultadas, documenta y reclama.
- Prueba de superficie y copia masiva. LLena con datos de prueba y valida integridad. Si falla al cruzar cierto umbral, es humo.
- Contrasta firmware, lote y fecha con la documentación oficial. Si algo no concuerda, consulta al soporte del fabricante con el número de serie.
Cuando lo barato es sospechosamente pesado
En falsificaciones burdas de discos externos, al abrir la carcasa algunos usuarios han encontrado trozos de metal o lastre pegado para simular peso, más una plaquita controladora que engaña a Windows para mostrar “alta capacidad”. Es grotesco, pero pasa. El ordenador ve 20 TB, tú empiezas a confiarte… y cuando pretendes llenarlo, la realidad se impone.
También hay casos menos obvios: unidades “de 1 TB” que en realidad son un chip de memoria flash pequeño conectado a una interfaz USB. Con un firmware trucado, el sistema detecta 1 TB, pero el rendimiento es el de una tarjeta SD barata y, al alcanzar el límite físico del chip, todo se corrompe. Si algo no suena, no vibra o no pesa como debería según su tipo de unidad, sospecha.
Compra segura en campañas agresivas y todo el año
Las grandes campañas promocionales son terreno fértil para fraudes. Algunas tiendas inflan el precio semanas antes para luego aplicar un “descuento” que te deja donde estabas. Por eso, monitoriza el historial con herramientas como Keepa o CamelCamelCamel y guarda capturas previas. Como referencia, un descuento honesto debería rondar al menos un 10‑20% sobre el precio medio reciente, no sobre un pico artificial.
Compra en comercios de reputación contrastada. Si no estás en un distribuidor oficial, prefiere marketplaces y tiendas con garantías, como PCComponentes, Amazon o Alternate, y evita enlaces recibidos por spam o anuncios dudosos en redes. Fíjate en el certificado del sitio y que el dominio sea el correcto, no una imitación.
Cuando pagues, usa pasarelas fiables (Visa, Mastercard, PayPal). Muchos expertos recomiendan tarjetas virtuales o de prepago para limitar el riesgo: cargas solo lo que vas a gastar. A la hora de navegar, evita redes wifi públicas para compras o operaciones sensibles; sin cifrado ni control, tus datos pueden quedar expuestos.
Comprueba que la web usa HTTPS. HTTP envía datos en claro, mientras que el protocolo HTTPS cifra la información con SSL. Además, las tiendas online deben mostrar NIF, razón social, dirección, teléfono y vías de contacto. Si no los ves, mala señal. Y recuerda: existe derecho de desistimiento de 14 días en la venta a distancia; revisa siempre condiciones de envío y devoluciones.
Ojo con la publicidad intrusiva en el navegador. Puede colarse propaganda falsa o descuentos inexistentes por culpa de cookies maliciosas que rastrean tu navegación. Y no piques con premios fortuitos o cupones urgentes que te piden datos bancarios: son ganchos típicos de phishing, smishing y vishing. Verifica siempre desde la web o app oficial, sin usar enlaces de mensajes.
Reseñas sí, pero con lupa: señales de manipulación
Volvamos a las opiniones. Si detectas oleadas de reseñas calcadas, lenguaje genérico o comentarios que elogian el precio pero no aportan detalles técnicos, frena. A veces verás críticas negativas con cinco estrellas; ese choque es un indicador de que están intentando elevar la media. Dado que algunas herramientas para auditar reseñas ya no están activas, tu mejor defensa es el sentido crítico.
Qué hacer si sospechas que te han vendido un disco usado como nuevo
Actúa rápido. Documenta todo con capturas y fotos del embalaje, la etiqueta y los resultados de SMART o pruebas de superficie. Habla con el vendedor y con el marketplace aportando evidencias. En casos de manipulación, algunos usuarios han tenido éxito escalando con el fabricante, especialmente cuando FARM revela miles de horas pese a un SMART “limpio”.
Si no recibes solución, recurre a tu banco o a PayPal para explorar cargos desconocidos o disputas, y contacta con organismos de consumo de tu país. En España puedes apoyarte en las vías de tu comunidad autónoma y en recursos públicos de ciberseguridad como INCIBE (teléfono 017), mientras que en otros países existen entidades como PROFECO en México. Cuantas más pruebas técnicas aportes, más sencillo será que te den la razón.
Análisis forense y recuperación de datos si ya has sufrido daños
Cuando hay indicios de manipulación de firmware o de un uso intensivo previo, un análisis forense digital puede ser la prueba definitiva. Empresas especializadas emplean suites profesionales como EnCase, FTK o Autopsy en entornos controlados para preservar evidencia y reconstruir la historia del dispositivo: particiones borradas, registros de errores, contadores internos, etc.
Si tu prioridad es salvar información, herramientas de recuperación como R‑Studio o Disk Drill pueden extraer datos de áreas todavía sanas, siempre que no continúes escribiendo en el disco. Y si el caso es complejo o afecta a información crítica, valora acudir a un laboratorio con experiencia, como compañías del sector con más de dos décadas de trayectoria que manejan tanto daños lógicos como físicos.
Cuándo merece la pena un reacondicionado… y cuándo no
Un reacondicionado de buena procedencia y con garantía oficial puede ser una compra inteligente para uso secundario. Ahora bien, para copias de seguridad vitales o almacenamiento de trabajo crítico no compensa ahorrar a costa de fiabilidad. Si decides ir por esa vía, exige factura, garantía clara, reporte de salud verificable y pruebas de capacidad reales, no solo una foto de Propiedades de Windows.
Si el vendedor no facilita historial de uso, no acepta una verificación seria o responde con evasivas, mejor pasar. En discos de alta capacidad, un pequeño porcentaje de error puede suponer terabytes de datos en riesgo. El precio nunca lo es todo.
Quedarte con esta idea te ahorrará disgustos: el hardware barato no es sinónimo de timo, pero las estafas se disfrazan de megaofertas con muchísima facilidad. La combinación de señales de alerta, pruebas de capacidad y hábitos de compra segura marca la diferencia entre un buen ahorro y una pérdida dolorosa. Si algo te chirría, contrasta, prueba y decide sin prisas. Comparte esta guía y ayuda a otros usuarios a evitar que compren discos duros baratos y falsos.
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