
La paralización temporal de la negociación en el Mercado de Futuros de Chicago (CME) por un fallo técnico en los centros de datos de su proveedor CyrusOne ha puesto bajo los focos la fragilidad de la infraestructura que sostiene los mercados globales. El corte obligó a detener contratos de futuros, divisas y materias primas en una de las plataformas más importantes del mundo para la operativa casi ininterrumpida en derivados.
El incidente, vinculado a un problema de refrigeración en los centros de datos, se produjo en plena jornada de Black Friday, justo después del festivo de Acción de Gracias en Estados Unidos, cuando Wall Street solo tenía previsto operar media sesión. Aunque el fallo ya se ha resuelto, el susto ha avivado las dudas sobre hasta qué punto Europa y España dependen de un puñado de grandes proveedores tecnológicos para mantener en marcha los mercados.
Un problema de refrigeración que apaga uno de los mayores mercados de derivados
Según el aviso publicado por CME en su página web, la compañía se vio obligada a suspender la negociación de futuros, divisas y materias primas en sus principales plataformas debido a una incidencia en la infraestructura de CyrusOne, su proveedor de centros de datos. La empresa explicó que el origen estaba en un fallo en los sistemas de refrigeración, un elemento crítico para mantener operativos los servidores que soportan el flujo continuo de órdenes.
En su comunicación, el grupo estadounidense subrayó que su equipo técnico estaba trabajando contrarreloj para restablecer los sistemas y que informaría a los clientes sobre las condiciones de preapertura tan pronto como fuera posible. No obstante, en un primer momento no ofreció una hora estimada para la vuelta completa a la normalidad, lo que generó cierta incertidumbre entre los operadores.
La interrupción afectó de golpe a millones de contratos que diariamente siguen índices como el S&P 500, el Dow Jones o el Nasdaq 100, además de productos ligados a tipos de interés, deuda del Tesoro estadounidense, energía y acciones. Tan solo en el tercer trimestre, CME había registrado una media de 28,3 millones de contratos diarios en futuros de este tipo, lo que da una idea del alcance potencial de un parón de estas características.
Las plataformas operadas por el grupo incluyen la Bolsa de Comercio de Chicago, la Bolsa Mercantil de Nueva York y otros mercados de materias primas, además de participaciones en distintas Bolsas internacionales, entre ellas la Bolsa Mercantil del Golfo. En algunos de estos mercados, las operaciones también tuvieron que detenerse como consecuencia directa del incidente en la infraestructura.
Con el paso de las horas, CME fue informando de avances parciales. A mediodía, hora española, comunicó que BrokerTec US Actives y BrokerTec EU ya habían reabierto, mientras el resto de plataformas seguían suspendidas a la espera de completar las tareas de recuperación. Poco antes de la apertura de Wall Street, la compañía pudo finalmente anunciar que todos sus mercados estaban abiertos y funcionando.
Impacto en futuros, divisas y materias primas en plena jornada de Black Friday
El parón se produjo de madrugada, cuando de repente la negociación de futuros sobre divisas, materias primas y acciones quedó en seco. Los precios de referencias tan seguidas como el crudo West Texas Intermediate, los futuros del Tesoro estadounidense, los contratos sobre el S&P 500 o el oro dejaron de actualizarse en tiempo real, generando un vacío de información inusual para los participantes del mercado.
La incidencia también golpeó a la plataforma de divisas EBS, ampliamente utilizada en la operativa de pares con gran volumen como el euro/dólar y el dólar/yen. Durante el parón, los tipos cambiarios no se ajustaban con la normalidad esperada, lo que dificultaba la formación de precios y forzaba a muchos operadores a buscar indicaciones en otras referencias menos líquidas.
El momento no podía ser más delicado desde el punto de vista del calendario: el viernes posterior a Acción de Gracias, conocido por el Black Friday, es una jornada en la que Wall Street solo cotiza media sesión y en la que, tradicionalmente, los volúmenes suelen ser más reducidos. Esta circunstancia contribuyó a limitar algo el impacto, ya que parte de los inversores institucionales no estaba plenamente activa, pero a la vez agravó la falta de liquidez en ciertos segmentos.
En España, fuentes del mercado consultadas apuntan a que los volúmenes en derivados de la Bolsa española, operada por BME, se mantuvieron bajos, algo habitual en días festivos o semifestivos en Estados Unidos. Aunque no se reportaron incidencias técnicas similares en las infraestructuras nacionales, la referencia de los futuros estadounidenses es clave para muchos operadores europeos que calibran sus posiciones en función de la evolución nocturna en el CME.
Analistas como Neil Wilson, de Saxo Markets, señalaron que la combinación de interrupción técnica y escaso volumen en un día tradicionalmente tranquilo complica todavía más la fijación de precios. “La formación de precios está en problemas hoy”, advertía, subrayando que la falta de datos fiables de los futuros limita la capacidad de los mercados al contado para anticipar movimientos.
Operadores a ciegas y volatilidad en un entorno de baja liquidez
Entre los profesionales de la negociación, el sentimiento general fue de desconcierto. Thomas Helaine, director de ventas de acciones de TP ICAP Europe en París, resumía la situación al describirla como “un poco como volar a oscuras”. Para los operadores que se apoyan en los futuros estadounidenses para interpretar la dirección del mercado antes de la apertura, la desconexión de CME supuso perder una referencia clave durante varias horas.
Helaine apuntaba que, mientras quienes trabajan en acciones al contado todavía pueden buscar otras fuentes de información, para las mesas especializadas en derivados la situación se complica mucho más. Operadores con posiciones abiertas se mostraban visiblemente molestos, tal y como reconocía Gnanasekar Thiagarajan, responsable de estrategias de trading y cobertura en Kaleesuwari Intercontinental, que describía el malestar entre quienes se vieron atrapados sin poder ajustar sus carteras.
Parte del flujo de negociación se desplazó temporalmente hacia plataformas alternativas que seguían operativas, tanto en Estados Unidos como en otros centros financieros internacionales. Sin embargo, el volumen y la profundidad de mercado de estas alternativas no siempre resultan equivalentes a los de CME, lo que incrementó la sensación de ir “a tientas” durante buena parte de la sesión.
El episodio coincidió, además, con movimientos relevantes en ciertos activos. Joshua Mahony, analista jefe de mercado en Rostro Group, explicó que la interrupción en el CME se produjo en pleno impulso alcista de la plata, que acababa de marcar un nuevo máximo histórico. La combinación de un mercado clave fuera de servicio y una liquidez ya de por sí reducida derivó, según este experto, en una “mañana de volatilidad” en la que las ganancias iniciales de los metales preciosos terminaron dándose la vuelta a medida que el grupo trataba de restablecer sus sistemas.
Mahony planteaba la duda de si, una vez resuelto el problema técnico, podría registrarse un repunte repentino de los precios de los metales, ante la reanudación plena de la negociación y la entrada de órdenes rezagadas. Neil Wilson, por su parte, recordaba que “hacía tiempo que no se vivía una interrupción tan prolongada”, aunque matizaba que el hecho de que se produjera durante un festivo estadounidense ayudó a contener el daño al haber “menos actividad y menos pedidos” en el mercado.
Dependencia crítica de la infraestructura de CyrusOne en EE UU y Europa
El origen de la interrupción se encuentra en CyrusOne, uno de los grandes operadores de centros de datos a escala global, con sede en Dallas (Texas). La compañía gestiona más de 55 instalaciones repartidas entre Estados Unidos, Europa y Japón, dando servicio a grandes empresas tecnológicas y financieras que dependen de sus sistemas para garantizar la continuidad de su negocio.
Este incidente ha evidenciado hasta qué punto los mercados financieros europeos y españoles están entrelazados con esta infraestructura. CyrusOne opera centros de datos en varios países del continente, como Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Países Bajos, Reino Unido y España. En el caso español, cuenta con un centro en la localidad madrileña de Alcobendas, una pieza relevante dentro del entramado de nodos que soportan servicios críticos en la región.
Que un problema aparentemente acotado a la refrigeración de un conjunto de instalaciones pueda desencadenar la suspensión de la negociación en uno de los mayores mercados de derivados del mundo plantea preguntas incómodas sobre la concentración de riesgos. La dependencia de unos pocos proveedores de infraestructura digital convierte estos centros en potenciales cuellos de botella para todo el sistema financiero.
No es la primera vez que un fallo técnico sacude al mercado de futuros de Chicago. En 2019, una serie de incidencias en el sistema de negociación electrónica Globex obligó a suspender temporalmente la operativa de varios contratos agrícolas, un precedente que ya puso de manifiesto la vulnerabilidad de estos circuitos, pese a las inversiones constantes en resiliencia y redundancia.
Aunque en esta ocasión otros grandes mercados internacionales comenzaron la jornada sin reportar incidencias, el episodio ha reavivado el debate sobre la necesidad de diversificar proveedores y reforzar los planes de contingencia. Para las autoridades europeas, que llevan años insistiendo en la importancia de la soberanía digital y de reducir la dependencia de infraestructuras extracomunitarias, sucesos como este sirven de argumento adicional para acelerar esas estrategias.
Consecuencias para Europa y España y el debate sobre la resiliencia del mercado
Desde la óptica europea, el apagón temporal de CME llega en un momento en el que la regulación financiera de la UE insiste en la gestión del riesgo operativo y en la robustez de las infraestructuras críticas de mercado. Aunque el problema se originó al otro lado del Atlántico, su impacto potencial se hace notar en los bancos, gestoras y firmas de trading con sede en Europa que utilizan los futuros estadounidenses como referencia indispensable.
En España, la presencia de un centro de datos de CyrusOne en Alcobendas ilustra cómo el país forma parte de la red global de soporte a los mercados. Incluso si el fallo concreto no afectó directamente a las instalaciones madrileñas, el caso pone el foco en la necesidad de revisar planes de continuidad de negocio, rutas alternativas de conexión y duplicación de servicios esenciales para reducir la exposición a este tipo de contratiempos.
Para los participantes del mercado, más allá del susto inicial, el episodio se traduce en una llamada de atención sobre la importancia de contar con métricas y fuentes de precios alternativas cuando una referencia central se apaga. Algunas firmas derivaron parte de su actividad a otras Bolsas o a plataformas OTC, pero estas soluciones no siempre ofrecen la misma transparencia ni profundidad que un gigante como CME.
En el terreno regulatorio, no se descarta que supervisores en Estados Unidos y Europa pidan informes detallados sobre las causas del fallo y las medidas implantadas para evitar incidentes similares. La combinación de presión regulatoria y preocupación de los clientes podría acelerar nuevas inversiones en redundancia, copias de seguridad geográficamente distribuidas y protocolos más ágiles para cambiar de centros de datos cuando uno de ellos falla.
Al cierre de la jornada, con la negociación ya restablecida, la sensación general en los mercados es que el incidente ha servido como recordatorio de la delicada interdependencia entre finanzas e infraestructura digital. Lo ocurrido en los centros de datos de CyrusOne ha demostrado que, a pesar de la apariencia de fluidez y disponibilidad continua, basta un problema en la refrigeración de un proveedor clave para dejar sin brújula durante horas a algunos de los mercados más sofisticados del planeta.
from Actualidad Gadget https://ift.tt/zRxHj0W
via IFTTT





No hay comentarios:
Publicar un comentario