Más de una década después de su debut original, The Elder Scrolls V: Skyrim vuelve a ponerse de moda en el ecosistema de Nintendo. Sin previo aviso y aprovechando el tirón del nuevo hardware, Bethesda ha lanzado Skyrim Anniversary Edition de forma nativa en Nintendo Switch 2, dando una nueva vida portátil (y de sobremesa) al veterano RPG.
El movimiento no pilla del todo por sorpresa, porque el juego se ha adaptado a prácticamente todo lo que ha salido en los últimos años, pero sí ha llamado la atención la forma: disponibilidad inmediata y actualización gratuita para parte de los usuarios. Para quienes juegan desde España y el resto de Europa, la pregunta es clara: ¿qué trae exactamente esta versión para justificar otro viaje al frío norte de Tamriel?
Lo primero que hay que tener claro es que lo que llega a Nintendo Switch 2 es la expansiones oficiales. Esta edición incluye el juego base de 2011 y las tres expansiones oficiales —Dawnguard, Dragonborn y Hearthfire—, además de cientos de elementos del Creation Club, el sistema de contenido adicional curado por Bethesda que suma nuevas misiones, armas, armaduras, hechizos, mazmorras y mejoras de calidad de vida respecto a la experiencia original.
Sobre esa base de contenido ya conocida, la versión para la nueva consola de Nintendo añade ajustes técnicos pensados para aprovechar el hardware de Switch 2. Se prometen una resolución más alta y estable tanto en modo portátil como en dock, tiempos de carga muy reducidos y un rendimiento más consistente en cuanto a tasa de imágenes por segundo, algo que se percibe especialmente al moverse por ciudades densas o zonas con muchos elementos en pantalla.
Esta edición tampoco se olvida de uno de los ganchos de la versión de 2017 para la primera Switch: el contenido exclusivo inspirado en The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Los jugadores pueden conseguir en Skyrim la Espada Maestra, el Escudo Hyliano y la Túnica del Elegido o del Campeón, un set temático que da un toque claramente nintendero a las andanzas del Sangre de dragón por Tamriel.
Además del salto gráfico, uno de los cambios más comentados es la incorporación de un modo de control tipo ratón usando los Joy-Con. Uno de los mandos puede comportarse como un cursor, lo que facilita la gestión del inventario, la navegación por menús y el apuntado, tanto con armas a distancia como con hechizos. Este sistema se combina con controles de movimiento mejorados, heredados de la versión original pero ajustados al nuevo hardware, de forma que es posible realizar ciertas acciones apuntando y moviendo los Joy-Con de manera más precisa.
En el apartado de funcionalidades extra se mantiene la Amiibo, algo que ya estaba presente en la primera Switch y que aquí se conserva intacto. A través de las figuras se pueden obtener recompensas y objetos dentro del juego, añadiendo otra capa de interacción para quienes tienen la estantería llena de personajes de Nintendo.
Un port nativo para Switch 2 con enfoque técnico y sin cambios de fondo
Bethesda deja claro que remake ni remaster, sino ante una adaptación de la Anniversary Edition al hardware de Nintendo Switch 2. Eso significa que el mundo, la historia y las mecánicas principales siguen siendo las mismas que los jugadores conocen desde 2011, con todos los ajustes y contenidos que se han ido sumando en estos años.
Donde sí se aprecia el salto generacional es en lo puramente técnico: nitidez de texturas, estabilidad en la resolución y mejor respuesta general del sistema. Las cargas al viajar rápido o entrar en interiores se acortan de forma notable, haciendo que los desplazamientos por las distintas regiones de Skyrim sean menos pesados y favoreciendo las partidas cortas en modo portátil, muy habituales en el día a día.
Desde el punto de vista jugable, el añadido más llamativo es el ratón simulado. Para quienes vienen de PC o simplemente se pelean con los menús del juego, esta opción aporta una sensación más cómoda al gestionar cofres, comerciar o rebuscar entre los muchos objetos que se van acumulando. Se combina con el giroscopio y los controles de movimiento, que permiten afinar el apuntado o realizar ciertas acciones inclinando los mandos.
En resumen, la propuesta de esta versión nativa pasa por refinar la experiencia sin alterar el corazón del juego. No hay nuevos sistemas de combate, ni cambios drásticos en la IA o en la estructura de misiones, pero sí un conjunto de mejoras técnicas y de control que hacen que jugar en Switch 2 resulte algo más fluido y cercano a lo que cabe esperar de una consola lanzada en 2025.
En cualquier caso, sigue siendo el mismo mundo abierto inmenso, con su historia principal sobre dragones y profecías y un sinfín de líneas secundarias, gremios y actividades opcionales. Para quien nunca lo haya tocado, puerta de entrada; para quienes llevan varias vueltas a sus espaldas, se plantea más como una excusa para regresar con más comodidad, especialmente en formato portátil.
Contenido incluido: expansiones, Creation Club y extras de Nintendo
En cuanto al paquete de contenido, no hay duda de que versión más cargada en una consola de Nintendo. A las expansiones Dawnguard, Dragonborn y Hearthfire, centrada en vampiros y cazadores, con un enfoque más directo en la trama de los Sangre de dragón, y que permite construir y personalizar viviendas, se suman todas las mejoras de años anteriores y parches de calidad de vida.
A eso hay que sumar Creation Club. No se trata de mods caóticos sin filtrar, sino de contenido adicional seleccionado por Bethesda, que introduce nuevas misiones, cadenas de encargos, armas especiales, hechizos únicos, armaduras, ubicaciones extra y ajustes menores que redondean la partida. En la práctica, esto permite enfocar nuevas partidas con objetivos diferentes o añadir variedad a saves veteranos.
El paquete exclusivo de Nintendo sigue siendo uno de los reclamos más curiosos, y se enmarca junto a otros títulos en la lista de juegos confirmados para Nintendo Switch. En esta versión para Switch 2 se mantiene The Legend of Zelda: Breath of the Wild, con la Espada Maestra, el Escudo Hyliano y la túnica inspirada en el héroe de Hyrule. No cambian la naturaleza del juego, pero sí aportan un guiño simpático y reconocible para quienes han pasado horas en Hyrule antes de pisar Carrera Blanca.
En el plano de compatibilidades, la edición conserva el soporte para Amiibo y el manejo con giroscopio, que ya eran parte de la versión de 2017. La diferencia ahora está en que ese conjunto de funciones se apoya en un hardware más potente, lo que evita ciertas caídas puntuales de rendimiento que podían aparecer al combinar movimiento, combates intensos y escenarios muy cargados.
Para los jugadores europeos, todo este contenido llega integrado de serie en el mismo paquete digital o físico, sin necesidad de comprar DLC adicionales. sin fragmentación del contenido: lo que se adquiere como Anniversary Edition es, de entrada, la experiencia completa.
Precios y opciones de actualización en España y Europa
Uno de los puntos que más interesan en nuestro territorio es cómo se articula el modelo de precios. Bethesda ha optado por un esquema escalonado que beneficia a quienes ya habían pasado por caja en la primera Switch. En la eShop europea, The Elder Scrolls V: Skyrim Anniversary Edition para Nintendo Switch 2 se vende a 59,99 € si se adquiere desde cero, tanto en digital como en las ediciones físicas que lleguen al mercado.
Para quienes ya tenían la Anniversary Edition en Nintendo Switch, la transición a Switch 2 es bastante amable: actualización gratuita. Basta con descargar la versión correspondiente desde la cuenta vinculada para disfrutar de las mejoras sin coste adicional.
Si el caso es distinto y en su momento solo se compró la edición básica de Skyrim en la primera Switch, se ofrece la posibilidad de adquirir la 19,99 €. Con ese pago se desbloquea el contenido extra (expansiones y Creation Club seleccionado) tanto en la consola original como en Switch 2, de modo que se puede jugar indistintamente en ambas siempre que se comparta la misma cuenta.
En otras regiones europeas se mantienen precios similares con el cambio habitual de divisa, rondando los 59,99 $ o su equivalente regional para la versión completa y los 19,99 para la actualización desde el juego base. No se han anunciado ediciones especiales adicionales ni DLC específicos ligados solo a la versión de Switch 2, por lo que la estructura de contenido es idéntica en todos los mercados del continente.
Este planteamiento deja un escenario bastante claro: jugadores veteranos, mientras que quienes se quedaron con la edición estándar deben pagar un extra para ponerse al día. Los recién llegados, por su parte, se sitúan en el rango de precio habitual de un título de gran producción en la eShop.
¿Para quién merece la pena esta versión de Skyrim en Switch 2?
Con todo lo anterior sobre la mesa, la gran cuestión es qué tipo de jugador sale ganando con este lanzamiento. Para quienes nunca han probado Skyrim, versión más completa, con la ventaja añadida de poder alternar sin complicaciones entre juego portátil y sobremesa.
Para los que ya lo disfrutaron en PC, PlayStation o Xbox, la decisión pasa por valorar si portabilidad de Switch 2 y las mejoras técnicas frente a la primera Switch justifican otro paso por caja. La experiencia sigue siendo esencialmente la misma en cuanto a historia y sistemas, pero resulta más cómoda y estable, y añade esos toques propios de la consola de Nintendo (Amiibo, controles de movimiento, contenido de Zelda) que no están presentes en otras plataformas.
Los usuarios que ya tenían Skyrim en la primera Switch son, probablemente, los que más fácil lo tienen: sin pagar un euro más, lo que hace bastante tentador volver al juego aprovechando las mejoras de rendimiento. Aquellos con la edición básica deben plantearse si el desembolso de 19,99 € por el pack de contenido extra y la compatibilidad con Switch 2 encaja con el uso que vayan a darle.
Desde una perspectiva más amplia en Europa, la llegada de esta versión refuerza la tendencia de alargar la vida útil de los grandes RPG mediante relanzamientos técnicos que aprovechan nuevo hardware, sin necesidad de rehacer el juego por completo. No es una revolución ni pretende serlo, pero sí un ejemplo más de cómo un título de 2011 sigue encontrando hueco en catálogos actuales sin perder tirón.
Con la mirada puesta en el futuro The Elder Scrolls VI, que todavía no tiene fecha concreta, referente del rol occidental. Quien decida darle una nueva oportunidad en la consola de Nintendo se encontrará exactamente con ese mismo mundo, pero con una envoltura técnica algo más acorde a los tiempos que corren y facilidades extra para disfrutarlo tanto en el salón como fuera de casa.
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