Las consolas de Microsoft podrían volver a encarecerse en las próximas semanas por una escasez de memoria GDDR6 que estaría tensionando los costes de fabricación. La posibilidad de una nueva subida de precio en Xbox Series X|S ha ganado fuerza tras varios informes que apuntan a avisos internos a socios comerciales.
El contexto no ayuda: 2025 ya ha dejado subidas en hardware, accesorios y servicios, con Game Pass Ultimate en 27 € al mes y ajustes de PVP en distintas regiones. En Europa, incluidas España y principales mercados del euro, se registró un incremento a mediados de año, abriendo la puerta a movimientos adicionales si la cadena de suministro se complica.
El tirón de la IA encarece la GDDR6 y aprieta a Xbox
Según Moore’s Law Is Dead, fuentes de fabricantes y distribuidores de memoria confirman que los grandes acuerdos de OpenAI con Samsung y SK hynix están absorbiendo un volumen inédito de DRAM. Se habla de hasta 900.000 obleas mensuales, alrededor del 40% de la producción global, un nivel que ha provocado compras de pánico y encarecido el suministro.
Ese desvío masivo de chips hacia centros de datos de inteligencia artificial dejaría menos margen para productos de consumo como tarjetas gráficas, portátiles y consolas. Las mismas fuentes sostienen que Microsoft habría trasladado a determinados socios que Xbox Series X|S podría verse afectada “muy, muy pronto”, ya sea mediante nuevos ajustes de precio o recortes de stock en determinados canales.
El filtrador interpreta que la compañía no se blindó con compras a largo plazo cuando los precios estaban bajos, lo que ahora se traduciría en una presión mayor sobre sus costes. Pese a ello, conviene subrayar que no existe confirmación oficial y que medios como The Game Post afirman haber contactado con Microsoft a la espera de respuesta.
En contraste, Sony habría asegurado GDDR6 con antelación, lo que le permitiría mantener promociones en PS5 a corto plazo sin el mismo estrés de inventario. Esa estrategia de compras tempranas daría cierto colchón frente a la volatilidad actual del mercado de memoria.
Cómo podría afectar en España y en el resto de Europa
En mayo se aplicó en Europa una primera subida: Xbox Series S de 512 GB pasó de 299 € a 349,99 €, el modelo de 1 TB subió a 399,99 €, la Series X digital se fijó en 549,99 €, el modelo estándar en 599,99 € y la edición de 2 TB quedó en 699,99 €. Este cuadro refleja un mercado ya tensionado donde cualquier coste adicional de memoria puede trasladarse con rapidez al PVP.
En Estados Unidos el panorama fue aún más dinámico: en mayo se incrementó el precio de Series X de 499,99 a 599,99 dólares y Series S de 299,99 a 379,99, con una edición de 2 TB posicionada en 729,99 dólares; y en octubre llegó otro ajuste: Series S de 512 GB a 399,99 dólares, la de 1 TB a 449,99, Series X digital a 599,99, el modelo estándar a 649,99 y la versión de 2 TB a 799,99. El riesgo para el final de año es que un nuevo repunte de la GDDR6 termine en otra revisión de precios o en una disponibilidad más escasa.
En paralelo, la subida de Game Pass Ultimate a 27 € mensuales en España añade presión al gasto de los jugadores. De confirmarse un nuevo ajuste del hardware, el impacto para el usuario europeo sería doble: consolas más caras y un coste recurrente de servicios más elevado.
Si los contratos de IA siguen absorbiendo memoria, Microsoft tendría dos palancas: incrementar PVP para sostener márgenes o reducir envíos para priorizar mercados/claves de venta. En ambos casos podría haber efectos visibles en tiendas españolas (menos unidades o menos ofertas agresivas), pero hasta que haya un anuncio formal lo prudente es tomar estos datos como una posibilidad y no como un hecho consumado.
A medio plazo, una presión prolongada sobre la GDDR6 podría empujar a la industria a decisiones incómodas: replantear lanzamientos, modular objetivos de stock o apoyarse más en servicios y juego en la nube cuando el hardware físico se encarece. Para el usuario, la clave será comparar precios, valorar promociones puntuales y estar atento a comunicaciones oficiales.
El panorama que dibujan las fuentes es claro: una demanda extraordinaria de DRAM por la IA está sacudiendo el mercado y Xbox podría verse obligada a reaccionar con ajustes de precio o de inventario; Europa ya vivió una primera subida y España no sería ajena a un nuevo movimiento si la escasez de GDDR6 persiste.
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