lunes, 15 de diciembre de 2025

Todo lo que ha dado de sí la gala de los Premios Forqué

Gala Premios Forqué

La 31ª edición de los Premios Forqué ha vuelto a ejercer de arranque oficioso de la temporada de reconocimientos del audiovisual en España, con una gala celebrada en el Palacio Municipal de IFEMA Madrid que ha dejado varios nombres propios y alguna que otra sorpresa. En un año especialmente competido, el palmarés perfila el mapa del cine y las series que llegarán con más fuerza a los próximos Goya.

Con el recuerdo muy presente del reciente fallecimiento del actor Héctor Alterio, la ceremonia, organizada por EGEDA (Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales), ha combinado emoción, reivindicaciones y momentos más ligeros, mientras iba quedando claro que Los domingos y la serie Anatomía de un instante se situaban como los grandes referentes del curso.

Una gala marcada por el homenaje y un tono irregular

La noche arrancó con un sentido reconocimiento a Héctor Alterio, fallecido pocas horas antes y considerado un auténtico referente para varias generaciones de intérpretes. Desde el escenario, Cayetana Guillén Cuervo reivindicó a esa generación que abrió puertas y derribó muros, invitando al auditorio a dedicarle un largo aplauso al actor hispanoargentino.

Más allá del homenaje, la puesta en escena de la gala no estuvo exenta de polémica. A los presentadores, Daniel Guzmán y la propia Guillén Cuervo, se les sumó una especie de asistente virtual, una seudo inteligencia artificial bautizada como TIA, que iba lanzando chascarrillos y generando vídeos en la gran pantalla. La herramienta, pensada para aportar un punto tecnológico y desenfadado, acabó resultando bastante forzada para buena parte del público presente.

Entre los clips más comentados estuvieron las transformaciones de actores invitados en bebés digitales, un recurso humorístico que se repitió varias veces durante la retransmisión. Las miradas desde el patio de butacas y los comentarios posteriores dejaban entrever que no fue precisamente el elemento mejor recibido de la noche, sobre todo en una ceremonia que pretende celebrar la creatividad humana y la autoría.

En paralelo, la gala mantuvo su habitual apuesta por la música en directo, con un cartel que combinó voces consolidadas y nombres en plena proyección. El objetivo, una vez más, fue que los Forqué no se quedaran solo en la lectura de un palmarés, sino en una gran cita cultural y televisiva con vocación de llegar a un público amplio a través de La 2 y RTVE Play.

Premios Forqué gala

Los domingos, la gran vencedora en cine

En el terreno cinematográfico, la película que dio el gran golpe sobre la mesa fue Los domingos, de Alauda Ruiz de Azúa. El filme se alzó con el Forqué a mejor largometraje de ficción y con el premio a mejor interpretación femenina para Patricia López Arnaiz, imponiéndose a otras favoritas como Sirat, Sorda o Maspalomas.

La cinta, que ha logrado una notable respuesta en taquilla con alrededor de 600.000 espectadores en salas españolas, gira en torno a una adolescente que se plantea ingresar como monja de clausura y al impacto que esa decisión provoca en su familia. A partir de ahí, la historia explora tanto la vocación religiosa como las tensiones y contradicciones que atraviesan a sus allegados, en especial el personaje de la tía, interpretada por López Arnaiz.

Ruiz de Azúa aprovechó su discurso para aclarar la lectura que propone su película. Según explicó, Los domingos quiere mostrar cómo el adoctrinamiento religioso puede alterar la forma en que una persona percibe sus propios sentimientos, sin renunciar a tratar el tema con respeto hacia las creencias y la experiencia espiritual de los personajes. La directora recalcó que la obra está concebida para que el público pueda extraer sus propias conclusiones sin que nadie se las marque.

La cineasta subrayó que su objetivo era defender la autonomía del espectador y el pensamiento crítico frente a cualquier tipo de dogmatismo, ya sea religioso o de otra naturaleza. Esa doble lectura ha provocado que parte de la audiencia creyente vea en el filme un retrato sensible de la fe, mientras que otro sector ponga el acento en la presión ambiental y las dinámicas de control que también aparecen reflejadas en la trama.

En cuanto al trabajo interpretativo, Patricia López Arnaiz fue reconocida por su compleja encarnación de la tía anticlerical de la protagonista, un personaje que cuestiona la elección de la joven y que sirve de contrapunto a la atmósfera religiosa del entorno familiar. La actriz, visiblemente emocionada, agradeció a la directora la posibilidad de abordar un papel con tanta carga emocional y destacó la voluntad del proyecto de iluminar las relaciones humanas y las motivaciones más íntimas de sus personajes.

El pulso entre Los domingos, Sirat, Sorda y Maspalomas

La victoria de Los domingos como mejor largometraje se leyó también como un capítulo más del duelo que mantiene con Sirat, de Oliver Laxe, otra de las grandes candidatas del año. La película de Laxe, respaldada por importantes premios internacionales y escogida como apuesta española para los Oscar, partía como favorita para muchos analistas, pero tuvo que conformarse con ver cómo el premio principal se decantaba del lado del filme de Ruiz de Azúa.

Sirat, producida por la compañía de los hermanos Almodóvar, se suma así a la particular estadística de los Forqué, donde las producciones de El Deseo no han logrado aún el premio gordo pese a haber encabezado en más de una ocasión los Goya. Esta circunstancia refuerza la idea de que los Forqué funcionan como termómetro de la temporada, pero no siempre coinciden punto por punto con los resultados de la Academia.

Junto a estas dos, Sorda y Maspalomas completaban el póquer de candidatas al máximo galardón. Sorda, dirigida por Eva Libertad, no logró imponerse en la categoría reina, pero sí celebró un reconocimiento de peso al recibir el Premio a la educación en valores del cine, subrayando su vocación de poner sobre la mesa temas sociales y de diversidad que atraviesan a la sociedad actual.

Por su parte, Maspalomas, firmada por José Mari Goenaga y Aitor Arregi, se fue de la noche con una distinción clave: el premio a la mejor interpretación masculina para José Ramón Soroiz. Su personaje, un hombre de 70 años que, tras sufrir un ictus y ser ingresado en una residencia, se ve obligado a regresar al armario, ha sido aplaudido por la manera en que retrata el envejecimiento, la memoria y la fragilidad de los espacios de libertad conquistados.

La interpretación de Soroiz, ya reconocida previamente con la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián, consolida una trayectoria en la que el actor ha ido ganando un peso específico notable. Su triunfo en los Forqué alimenta la sensación de que será uno de los nombres a tener en cuenta en las próximas citas de premios del cine español.

Palmarés Premios Forqué

Documentales, animación y cortos: un palmarés diverso

Más allá de la ficción, el palmarés de los Forqué 2025 dejó claro que el documental y la animación atraviesan un momento especialmente fértil en España. En la categoría de mejor largometraje documental, el premio recayó en Flores para Antonio, el trabajo codirigido por Isaki Lacuesta y Elena Molina. La película se impuso a títulos como Todos somos Gaza, Eloy de la Iglesia. Adicto al cine y Tardes de Soledad, demostrando la capacidad del género para abordar miradas personales y asuntos de memoria desde perspectivas muy distintas.

En largometraje de animación, la gran vencedora fue Decorado, de Alberto Vázquez, un proyecto que confirma la posición del autor como una de las voces más singulares de la animación europea. La película se llevó el gato al agua frente a propuestas como Bella, El tesoro de barracuda y La luz de Aisha, rubricando el peso creciente de la animación española en festivales y mercados internacionales.

El apartado de cortometraje cinematográfico también tuvo su momento de protagonismo con la victoria de Ángulo muerto, dirigido por Cristian Beteta. El corto, que se impuso a El cuento de una noche de verano y Una cabeza en la pared, prolonga la tradición de los Forqué de prestar atención al formato breve, un campo en el que suelen despuntar nuevas voces y futuras figuras del largometraje.

En el ámbito internacional, el premio a mejor película latinoamericana del año fue para la argentina Belén, de Dolores Fonzi, que se imponía a La misteriosa mirada del Flamenco, La ola y Papeles. La distinción refuerza el vínculo de los Forqué con el cine iberoamericano y la voluntad de mantener un diálogo constante con las cinematografías de la región.

Series de ficción: el dominio de Anatomía de un instante

En televisión, la gran triunfadora fue la producción de Movistar Plus+ Anatomía de un instante, dirigida por Alberto Rodríguez y Paco R. Baños, que se alzó con el Forqué a la mejor serie de ficción. La obra adapta el conocido libro de Javier Cercas sobre el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, y ha sido ampliamente reconocida por su rigor histórico y su enfoque narrativo.

La serie competía con títulos como Animal, la segunda temporada de Poquita fe y Pubertat, ejemplos de la pluralidad de registros y tonos que actualmente conviven en la ficción seriada española, desde el drama político hasta la comedia costumbrista o el relato generacional.

En el apartado interpretativo, los Forqué distinguieron a Javier Cámara como mejor actor en serie de ficción por su papel protagonista en Yakarta. En la producción, el actor da vida a un exjugador olímpico de bádminton que sobrevive impartiendo clases de educación física en un instituto público de Vallecas, un personaje con una mezcla de humor, desencanto y ternura que ha conectado con la audiencia.

La categoría de mejor actriz en serie de ficción recayó en Esperanza Pedreño por su trabajo en la segunda temporada de Poquita fe, una comedia que muchos consideran una de las más inspiradas de los últimos años en la televisión española. Su personaje, atrapado en la cotidianeidad y las pequeñas miserias del día a día, ha sido elogiado por la naturalidad y el timing cómico con el que está construido.

Alfombra roja Premios Forqué

Alfombra roja, música en directo y papel del público

Como es habitual, la alfombra roja de los Premios Forqué volvió a convertirse en uno de los grandes escaparates del cine y la televisión española. El Palacio Municipal de IFEMA Madrid recibió a intérpretes, cineastas, guionistas y productores que, entre entrevistas y fotografías, fueron calentando el ambiente antes del inicio de la gala.

Los estilismos volvieron a ser uno de los puntos de atención del público y los medios especializados, consolidando a los Forqué como una de las citas más destacadas en lo que a imagen y presencia mediática se refiere dentro del calendario de premios. El photocall se convirtió, un año más, en termómetro del estado de forma de la industria y en espacio para reivindicar proyectos presentes y futuros.

La música en directo tuvo un peso específico importante en el desarrollo de la noche. Artistas como Amaral, Jeanette, Chanel, Chloé Bird, Mafalda Cardenal, Marwán, Nil Moliner, Ruth Lorenzo y Shaila Dúrcal, entre otros nombres, pusieron banda sonora a los distintos bloques de la ceremonia, mezclando clásicos y temas más recientes en un formato casi de concierto intercalado con la entrega de premios, y en el hogar equipos como el Sonos Sub Mini ayudan a reproducir ese impacto sonoro.

En paralelo, el Premio del Público volvió a recordar el papel de la audiencia en la vida de las películas. La estatuilla, decidida por votación popular, fue a parar a El cautivo, dirigida por Alejandro Amenábar, que se impuso a otras finalistas como Sin cobertura, Sirat y Wolfgang. Esta categoría sirve, en cierto modo, como contrapeso a las decisiones de los productores asociados a EGEDA, responsables del resto del palmarés.

El público televisivo también tuvo su importancia: la gala pudo seguirse en directo a través de La 2 de TVE y la plataforma RTVE Play, reforzando la vocación de los Forqué de llegar más allá del sector profesional y consolidarse como una cita reconocible para la audiencia general, una experiencia que muchos espectadores complementan en casa con proyectores de cine en casa.

EGEDA, la Medalla de Oro y el papel de los Forqué en la temporada de premios

Los Premios Forqué nacieron en 1996 impulsados por EGEDA con el objetivo de homenajear al director José María Forqué y reconocer la labor de los productores audiovisuales. Con el paso de los años, se han consolidado como primer gran indicador de la temporada de premios en España, situándose cronológicamente por delante de los Goya y anticipando muchas de sus tendencias, aunque no siempre coincidan al cien por cien.

Hay ejemplos recientes que ilustran esta relación parcialmente alineada: en una edición anterior, el drama 20.000 especies de abejas se llevó el Forqué a mejor película, mientras que en los Goya el galardón principal fue para La sociedad de la nieve. En otra, El 47 triunfó aquí, y luego la Academia optó por un empate histórico entre dos títulos distintos. Esta dinámica refuerza la percepción de los Forqué como un termómetro fiable pero no infalible de lo que ocurrirá en la gran noche del cine español.

Uno de los momentos más simbólicos de la velada llegó con la entrega de la Medalla de Oro de EGEDA, un reconocimiento a la trayectoria de un profesional de la producción. En esta ocasión, el homenaje recayó en la productora gallega Emma Lustres, cofundadora de Vaca Films, responsable de títulos como Celda 211, Golpes, Cien años de perdón, El niño, Hasta el cielo o Quien a hierro mata. Es la primera vez que este galardón honorífico se otorga a una productora, subrayando el peso creciente de las mujeres en la toma de decisiones del sector.

La propia estructura de votación de los Forqué, basada en el criterio de los productores asociados a EGEDA, y la combinación con categorías abiertas a la participación del público, consolidan a estos premios como un espacio en el que se cruzan la mirada de la industria y la recepción de la audiencia. Esa doble perspectiva ayuda a entender por qué cada edición se sigue con tanta atención por parte de quienes siguen la carrera de premios desde el primer compás.

La 31ª edición de los Premios Forqué deja un panorama en el que Los domingos se consolida como título clave del año, Sirat, Sorda y Maspalomas mantienen intactas sus opciones en la recta de premios, y Anatomía de un instante se confirma como la serie de referencia de la temporada. A ello se suma un palmarés que pone en valor el documental, la animación, el cortometraje y la producción iberoamericana, mientras la gala, con sus aciertos y tropiezos, reafirma el papel de los Forqué como una parada imprescindible para medir el pulso del cine y las series en España.



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